“Esta ola sin fin de presión antisindical y antisocial es inaceptable”, dijo Sharan Burrow, Secretaria General de la CSI. “Las autoridades de Colombia tienen la obligación de proteger a su pueblo y a sus trabajadores y trabajadoras y, sobre todo, de acabar con la impunidad”.
En 2012 se produjeron en Colombia más de 280 amenazas de muerte a sindicalistas y 20 asesinatos. En los tres primeros meses de 2013 ha habido ya cuatro asesinatos.
Una vez más, el movimiento sindical, a nivel nacional, regional e internacional, se une a las tres centrales sindicales colombianas, CUT, CGT y CTC, para seguir denunciando el atropello sin tregua al que está sometido el movimiento sindical en Colombia mediante amenazas, hostigamientos y persecución y el asesinato constante de militantes y líderes sindicales, en flagrante violación de los convenios fundamentales de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) ratificados por Colombia.
En una carta enviada a las autoridades colombianas, la CSI expresó su profundad condena de las amenazas proferidas y rechaza firmemente las acusaciones sin fundamento hacia los líderes y defensores de derechos humanos de tener presuntos vínculos con la insurgencia, exigiendo garantías constitucionales respecto a los derechos fundamentales de libertad sindical y de asociación.