Seis centrales sindicales (UTM, CGTM, CLTM, USLM, UNTM y CNTM), que apelaban al rechazo de la dictadura militar en Mauritania, habían anunciado que mantendrían su llamado a manifestarse pacíficamente el martes por la tarde en Nouakchott, dentro del marco de la movilización internacional de la Jornada Mundial por el Trabajo Decente, a pesar de la prohibición, por parte de la Junta, de toda manifestación. "Ya anticipamos la represión de las autoridades, pero es el precio a pagar", declaraba entonces a la agencia de noticias Agence France Presse Abdallahi Ould Mohamed dit Nanah, Secretario General de la Confédération Générale des Travailleurs de Mauritanie (CGTM)."¡Si una organización sindical no puede siquiera expresar sus preocupaciones libremente en la calle, entonces apaga y vámonos! Concentrarnos es el único recurso que nos queda", había añadido el Secretario General de la CGTM, transmitiendo el llamado de las seis centrales sindicales por la defensa de las libertades fundamentales deterioradas por el poder militar. Asimismo, a nivel de provincias, las coordinadoras sindicales regionales habían previsto manifestaciones específicas, como conferencias y reuniones, inscritas igualmente en el marco de la jornada de movilización sindical mundial por el trabajo decente.
"La manifestación ha comenzado hace una hora. Han utilizado gases lacrimógenos contra nosotros, y porras, con intensa violencia; no se han salvado ni las mujeres", declaró a la CSI Samory Ould Beye, Secretario General de la CLTM. Al caer la noche, la calma parecía haber vuelto a los lugares donde se había desatado la violencia, “pero las sedes de las organizaciones sindicales siguen estando asediadas por la policía”, afirmó Samory Ould Beye, añadiendo que la represión había causado “una veintena de heridos leves”. (2)
Recordemos que desde el Golpe de Estado llevado a cabo hace dos meses por el General Mohamed Ould Abdel Aziz, que tomó la presidencia del Alto Consejo de Estado, las centrales sindicales mauritanas no han dejado de reclamar el retorno incondicional al orden constitucional normal mediante la liberación y el restablecimiento del Presidente de la República y su Primer Ministro en sus funciones legítimas. Para las centrales sindicales, “el interés supremo del pueblo mauritano reside en el respeto de su voluntad constitucional, expresada durante las elecciones de marzo de 2007, las cuales coronaron un largo proceso democrático que había permitido la instauración de verdaderas instituciones democráticas, las únicas legítimas y capaces de asegurar un desarrollo duradero”.
Desde el Golpe de Estado militar del 6 de agosto, la CSI no ha cesado de expresar su preocupación y su condena enérgica, al tiempo que apela, siguiendo el ejemplo de la comunidad internacional, a la restauración inmediata de la legalidad constitucional en el país.
