En el día de la fecha se hará hincapié en la necesidad urgente de mejorar esta situación con el lanzamiento del Llamamiento a la acción en pro de trabajo decente, que los integrantes de la campaña “Trabajo decente, vida decente” (*) utilizarán para reclamar a los gobiernos y a los líderes mundiales que hagan realidad las promesas formuladas en la declaración ministerial de la ONU de julio de 2006 de “crear un entorno en los planos nacional e internacional conducente a lograr empleo pleno y productivo y trabajo decente para todos.

Al hacer este Llamamiento ante a una audiencia de líderes de gobiernos, sindicatos y representantes de la sociedad civil de todo el mundo, Guy Ryder, el Secretario General de la CSI le pedirá a las instituciones mundiales que reorienten sus políticas hacia la consecución del trabajo decente..

“En este momento, la arquitectura financiera mundial está más frágil que nunca. La falta de reglamentación de los mercados financieros ha hecho surgir un pánico económico mundial, se corre el riesgo de que empeore la economía real y miles de personas podrían perder sus viviendas. Entre tanto, las empresas de fondos privados en acciones ganan millones con turbios tratos posibilitados por la flexibilidad de las leyes impositivas pero los trabajadores quedan al margen. Además, las conversaciones en la OMC se han estancado, en parte porque la gente ya no cree que la mundialización les reporte ningún beneficio. Los gobiernos acordaron que el trabajo decente fuera una meta y ahora tienen que actuar a fin de que se incorpore el trabajo decente a las principales actividades de las instituciones mundiales”, comentó.

“Es fundamental lograr trabajo decente con el fin de convencer a la gente de que la mundialización puede obrar en su favor. Con el debate que se lleva en Europa sobre el mini tratado, con los ciudadanos europeos sintiendo cada vez más que sale perdiendo, que sus vidas son menos estables y con la amenaza del nacionalismo que vemos crecer, es hora de hacer que recuperen la confianza creando buenos empleos de calidad para los trabajadores y trabajadoras dentro y fuera de Europa y un sistema comercial justo que comparta los beneficios de la igualdad comercial”, dijo Josep Borrell, quien encabeza el Foro Mundial Progresista (GPF) y preside la Comisión de Desarrollo del Parlamento Europeo.

Rabiatou Diallo, Miembro del Consejo de Administración de la OIT, y Secretario General de la Confédération nationale des travailleurs de Guinée (CNTG), quien también se adherirá al Llamamiento, puso énfasis en la importancia de brindar protección a los trabajadores de la “economía informal”, principalmente a las mujeres, que en este momento no tienen acceso a jubilaciones, protección de la maternidad ni atención médica.

“Sabemos que con una pequeñísima inversión, los gobiernos podrían hacer extensiva la protección social a todos los trabajadores y trabajadoras y que los beneficios de tal medida en términos de educación, salud y bienestar para la población son exponenciales. En la próxima reunión de gobiernos sobre financiamiento del desarrollo, a llevarse a cabo en Doha en 2008, se debe estudiar la manera de que esos derechos humanos básicos se hagan extensivos a todas las personas”, dijo la Sra. Aqsa Khan.

Se dará inicio oficial al Llamamiento a las 12,15 en el Auditorio VIII, AIP, Centro de Congresos de Lisboa.

En el Llamamiento a la acción se pide a los gobiernos que hagan lo siguiente:

1. Trabajo decente: Que reafirmen la contribución que los empleos estables y de calidad hacen para que haya una economía sana y justa y comunidades igualitarias, poniendo en práctica estrategias incluyentes en pro de empleo pleno y productivo, inclusive para quienes actualmente desempeñan tareas en la denominada economía informal, que necesitan tener derechos y justicia para defender sus intereses. Todas las personas tienen derecho de trabajar, de tener buenas condiciones de trabajo y de percibir ingresos suficientes para cubrir sus necesidades económicas, sociales y familiares básicas, un derecho que se debería hacer efectivo proporcionando adecuados salarios vitales.

2. Derechos: Los derechos de los trabajadores y trabajadoras de formar sindicatos y de afiliarse a los mismos, como así también de efectuar negociaciones colectivas con sus empleadores son fundamentales para la consecución del trabajo decente y todas las organizaciones internacionales, los gobiernos y las empresas deben conformarse a su responsabilidad de respetar los derechos humanos de los trabajadores y trabajadoras.

3. Protección social: Que refuercen y amplíen la cobertura de la protección social brindando acceso universal a la seguridad social, las jubilaciones, la protección de la maternidad y la atención médica de calidad. Esas prestaciones deberían estar al alcance de todos, inclusive de los trabajadores y trabajadoras de la denominada economía informal.

4. Comercio: Que cambien las injustas reglas comerciales y que velen para que los acuerdos comerciales se utilicen como instrumento en pro del trabajo decente y el desarrollo sostenible, como así también para mejorar la posición de los trabajadores del mundo, las mujeres, los desempleados y los pobres. En los acuerdos comerciales se han de incluir mecanismos vinculantes que promuevan y refuercen el trabajo decente, incluyendo las normas fundamentales del trabajo. Los gobiernos deben dejar de hacer acuerdos comerciales que perjudiquen a los pobres, originen desempleo y conduzcan a la explotación. Se debe dar respuesta a los reclamos de las organizaciones de trabajadores y del resto de la sociedad civil.

5. Deuda: Que velen para que en las prioridades de las instituciones financieras internacionales se incorporen las preocupaciones sociales y medioambientales. En particular, en los préstamos y en la deuda se debe acabar con las condiciones n que obligan a los países a desreglamentar sus mercados laborales, reducir los gastos públicos y privatizar servicios públicos en menoscabo del acceso a los mismos y de su calidad. La puesta en práctica de todos los proyectos financiados por esas instituciones debe conformarse a las normas fundamentales del trabajo.

6. Ayuda: Que mantengan su compromiso de acrecentar el nivel de la ayuda oficial al desarrollo de los países ricos a por lo menos el 0,7 por ciento del PIB. Es imperativo que haya una adecuada financiación para el desarrollo a fin de que se puedan alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio.

7. Migración: Que velen para que no se explote a los trabajadores y trabajadoras migrantes y para que éstos gocen de los mismos derechos que los demás integrantes de la fuerza laboral, ratificando los convenios correspondientes de la OIT y la Convención de 1990 de la ONU sobre la protección de los derechos de todos los trabajadores migrantes y de sus familiares.

El Llamamiento a la acción se difundirá en todo el mundo y las firmas recopiladas se entregarán durante actos clave a quienes toman las decisiones. Se insta a todas las personas a sumar sus voces al Llamamiento en pro de trabajo decente yendo a: www.decentwork.org.

(*) La campaña “Trabajo decente, vida decente” está encabezada por la Confederación Sindical Internacional, Solidar, el Foro Mundial Progresista (GPF), Social Alert International y la Confederación Europea de Sindicatos.

www.etuc.org