Líderes sindicales del G20 se reúnen con las IFI y con Jefes de Estado pidiendo una acción enérgica para responder a la crisis económica mundial

Líderes sindicales de los países del G20 se reunieron el viernes con los máximos dirigentes del FMI y el Banco Mundial y con varios Jefes de Estado y otros representantes gubernamentales, incluyendo el Presidente de Brasil, Lula da Silva; el Primer Ministro de Japón, Taro Aso; y el Primer Ministro de Australia, Kevin Rudd, en vísperas de la cumbre del G20 sobre la crisis financiera celebrada en Washington.

Washington, 15 de noviembre de 2008: Líderes sindicales de los países del G20 se reunieron el viernes con los máximos dirigentes del FMI y el Banco Mundial y con varios Jefes de Estado y otros representantes gubernamentales, incluyendo el Presidente de Brasil, Lula da Silva; el Primer Ministro de Japón, Taro Aso; y el Primer Ministro de Australia, Kevin Rudd, en vísperas de la cumbre del G20 sobre la crisis financiera celebrada en Washington. Anteriormente se habían mantenido reuniones en sus respectivos países entre sindicatos nacionales y el Primer Ministro del Reino Unido, el Presidente del Gobierno de España y el Presidente de Francia.

En las reuniones se discutió la “Declaración de Washington” elaborada por el movimiento sindical internacional, que pide un plan coordinado de recuperación para la economía real, una re-regulación de los mercados financieros mundiales, un nuevo sistema internacional de gobernanza económica y una estrategia para combatir las crecientes desigualdades en el mundo. Los líderes manifestaron su acuerdo o su interés con muchas de las propuestas sindicales, así como su apoyo general a la demanda sindical de que el movimiento sindical esté involucrado en las discusiones sobre el diseño de una nueva arquitectura financiera global.

Durante la reunión con el Director Gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn, los sindicalistas subrayaron la necesidad de que la OIT y los sindicatos se sienten a la mesa de negociación para diseñar el nuevo sistema multilateral, para así poder garantizar que los trabajadores/as no sigan pagando un alto precio por los colosales fracasos de un sistema financiero mundial escasamente regulado, y que han ocasionado ya pérdidas masivas de puestos de trabajo primero en la industria financiera y posteriormente en toda la economía, tanto en los países en desarrollo como industrializados. Los líderes sindicales expresaron asimismo su preocupación respecto a la condicionalidad de la política económica, asociada a los créditos del FMI en el pasado, que ha desembocado en la reducción de programas sociales y mercados laborales sin regular, y pidieron al FMI que se asegure de que sus programas crediticios no conduzcan a un deterioro de los salarios y condiciones de vida para los trabajadores y trabajadoras.

Strauss-Kahn mencionó una serie de medidas que ha introducido el FMI en sus programas para responder a las preocupaciones sociales, incluyendo cambios en la condicionalidad de los créditos. Se mostró además de acuerdo con la importancia del diálogo entre el FMI y el movimiento sindical internacional en los importantes debates destinados a resolver la crisis mundial, y se comprometió a que el Fondo mantendría discusiones en profundidad con los sindicatos en enero.

En su reunión con el Presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, la delegación sindical subrayó el papel vital del trabajo decente para combatir la pobreza, la contribución que los sindicatos pueden realizar para mantener los salarios y moderar el gasto con objeto de superar la recesión económica, y la necesidad de que el Banco Mundial no aplique una condicionalidad inaceptable en sus créditos a países en desarrollo. Zoellick reconoció la importancia del diálogo y llamó la atención sobre la manera en que las normas fundamentales del trabajo están siendo promovidas actualmente por el Banco Mundial, particularmente por parte de la Corporación Financiera Internacional (CFI). Subrayó el papel que puede desempeñar el Banco a la hora de brindar asistencia a los países afectados por la crisis, manteniendo su acceso a créditos, y la necesidad de un enfoque que integre y conecte todos los distintos aspectos de la crisis, incluyendo la energía, la alimentación y el cambio climático, así como la crisis económica y financiera.

La CSI, TUAC y las Federaciones Sindicales Internacionales trabajan con sus afiliadas nacionales en el seguimiento de los compromisos efectuados por algunos líderes en el transcurso de los últimos días. Otras reuniones con representantes de gobiernos nacionales tendrán lugar en los próximos días y semanas, durante las cuales los sindicatos les exhortarán a adoptar las propuestas del movimiento sindical contenidas en la Declaración de Washington.


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