Ali salía de la estación de radio donde trabajaba, Radio Shabelle, para visitar a familiares en el barrio de Jiiro-garoob en el distrito de Yaqshid, cuando recibió cinco disparos en el pecho y el cuello. Activista y miembro del sindicato de periodistas NUSOJ, que forma parte de FESTU, la central sindical somalí afiliada a la CSI, Ali ha sido el 13º periodista asesinado en el país en los últimos nueve años.
Sharan Burrow, Secretaria General de la CSI declaró: “Los periodistas están siendo blanco de ataques en Somalia con total impunidad, y exigimos que las autoridades lleven a cabo una investigación cabal e imparcial sobre el asesinato de Ali. Los autores materiales de este horrendo acto, así como quienes los incitaron o encomendaron el asesinato de un periodista inocente, deberán ser conducidos ante la justicia. Expresamos nuestras más sinceras condolencias a su familia y a sus compañeros y amigos”.
La CSI está preocupada por el hecho de que periodistas, sindicalistas y defensores de los derechos humanos en Somalia, que corren ya enormes riesgos, pudieran estar aún más en peligro en vísperas de las próximas elecciones nacionales indirectas.
“Las autoridades deben tomar medidas urgentes, pese a no haber respondido a las apremiantes demandas de las organizaciones sindicales para que se garantice la seguridad de todos aquellos que defienden la libertad de expresión, los derechos de los trabajadores y la democracia”, añadió Burrow.