Sharan Burrow, secretaria general de la CSI, comentó: “Pese a que algunos países adoptaron medidas temporales para hacer frente a la pandemia, este informe revela que globalmente se han logrado muy pocos progresos. Es un escándalo que haya tantos miles de millones de personas que carecen de cualquier tipo de protección y que apenas una tercera parte de la población mundial esté adecuadamente cubierta.
“Para los países menos ricos, en particular, un Fondo Mundial para la Protección Social resulta más urgente que nunca. Todos los Gobiernos deben reconoce que la protección social representa una inversión que genera resultados positivos, tanto a nivel social como económico.
“Además constituye un problema de salud pública, especialmente durante una pandemia, que la gente no tenga otra opción que seguir trabajando para sobrevivir, exponiéndose y exponiendo a otros a un posible contagio.
“Sin protección social, la COVID-19 seguirá propagándose, cobrándose muchas más vidas y podrían surgir nuevas variantes que supongan una amenaza para toda la población mundial. Por eso la protección social universal es una de las cinco reivindicaciones de los trabajadores para un Nuevo Contrato Social”.