El informe contrasta dos futuros potenciales: el de un mundo en retroceso y crisis perpetua, o bien una perspectiva positiva basada en la solidaridad y la cooperación para garantizar que avancemos hacia un futuro mejor, más sostenible, pacífico y seguro para las personas y el planeta, con un contrato social renovado.

Sharan Burrow, Secretaria General de la CSI, comentó: “António Guterres ha planteado el desafío con un programa claro y abarcador, centrado en la sostenibilidad y la justicia social y económica. Ha fijado el rumbo que ha de tomar el mundo con su llamamiento a establecer un nuevo contrato social con empleos decentes, protección social, transición justa, el piso de protección social que estableciera la Declaración del Centenario de la OIT, y solidaridad global con vistas a controlar la pandemia de COVID-19”.

El informe apunta a:

• los beneficios de un fondo mundial para la protección social para los países menos ricos, como pieza central para lograr una protección social universal;
• la necesidad de una participación activa e igualitaria de mujeres y niñas; y
• realizar inversiones en las economías verde, digital y del cuidado.

Se reconoce que el trabajo decente es un derecho humano básico, apoyando firmemente la serie de compromisos establecidos en la Declaración del Centenario de la OIT. Subraya asimismo la importancia crucial de apoyar el empleo y la educación para la gente joven, como parte del principio de solidaridad intergeneracional.

Otros elementos clave son la restauración de la confianza en los Gobiernos, entre otros medios con una reforma del sistema tributario internacional, responsabilizando a las empresas, reformando el sistema multilateral de comercio y encontrando medidas del progreso que complementen el PIB. El ODS 8 sobre trabajo decente queda reconocido en su justa medida como elemento integral para el logro de todos los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030.

“Naciones Unidas está claramente respondiendo a las reivindicaciones de la gente trabajadora respecto a un nuevo contrato social basado en empleos, derechos, protección social, igualdad e inclusión. Los Gobiernos deben escuchar este llamamiento para restituir la confianza y situar a la humanidad en una vía positiva y sostenible para hoy y para las futuras generaciones”, afirmó Sharan Burrow.