“El Gobierno de Israel, actualmente dirigido por Benjamin Netanyahu, quiere apresurar la anexión para que tenga lugar antes de las elecciones estadounidenses, ya que teme que un cambio en la administración de ese país ponga fin a este terrible y peligroso plan”. La comunidad internacional debe ejercer todo tipo de presiones sobre Israel para que ponga alto a los proyectos de apoderarse de tierras palestinas por parte de Netanyahu”, señaló Sharan Burrow, Secretaria General de la CSI.
El plan, apoyado por Donald Trump, ha sido severamente criticado por su oponente en las elecciones, Joe Biden, y el fin del apoyo de los Estados Unidos sería un duro golpe para la estrategia de Netanyahu, quien ha declarado públicamente que “los palestinos deben reconocer que nosotros somos los que dictamos las reglas de seguridad en todo el territorio”. Actualmente, Netanyahu está siendo juzgado por el tribunal de distrito de Jerusalén acusado de soborno, fraude y abuso de confianza.
La anexión desconectaría a unos 200.000 palestinos de sus medios de vida y fuentes vitales de agua, las tierras agrícolas estarían sujetas al control israelí y la anexión de asentamientos ilegales alrededor de Jerusalén pondría fin a las perspectivas de una capital palestina en la parte oriental de la ciudad.
“El plan de anexión propuesto es una violación flagrante del derecho internacional y unilateralmente anula las perspectivas de negociaciones genuinas que conduzcan a la realización de una solución de dos estados, basada en las Resoluciones 242 y 338 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y las fronteras anteriores a 1967, con Jerusalén Este como capital de un estado palestino. No puede permitirse que este plan siga adelante”, aseguró Burrow.