No sólo resultaron asesinados y heridos trabajadores petroleros, sino también ciudadanos que no participaban en el conflicto.
A raíz de estos acontecimientos decenas de personas fueron acusadas, y muchas de ellas fueron condenadas a distintas penas de cárcel. Según la información recibida por la CSI, se registraron numerosas violaciones durante el juicio y algunos de los testigos declararon que habían sido torturados. Sin embargo, el juicio no fue suspendido.
En una carta enviada a las autoridades, la CSI insta al presidente Nazarbayev a tomar todas las medidas necesarias para revisar las condenas dictadas e investigar todos los casos de tortura y provocación.
"La inacción por parte de las autoridades durante muchos meses de oposición y protesta llevó al derramamiento de sangre", afirmó Sharan Burrow, Secretaria General de la CSI. "Es totalmente inaceptable que ahora esos juicios dudosos traigan más sufrimiento y tragedia a la ciudad petrolera. Las condenas deben ser revisadas".
Labourstart.org ha iniciado una campaña en línea "Justicia para los trabajadores petroleros"