Irán: se intensifican las amenazas contra los derechos de los trabajadores

La CSI ha manifestado su alarma por el aumento de la represión de los derechos de los trabajadores y las trabajadoras en Irán en el curso de los últimos meses.

El 15 de septiembre, Ali Nejati, ahora jubilado y antiguo presidente del Sindicato de trabajadores de la empresa azucarera Haft Tapeh Sugar Company, fue arrestado después de que la policía allanara su casa. Al día siguiente, Mahmoud Salehi, miembro fundador del sindicato de los trabajadores de la panificación, el Bakery Workers’ Union, en la ciudad de Saqez (provincia de Kurdistán), cuya detención había tenido lugar el 28 de abril, fue condenado a nueve años de prisión.

Estos eventos se inscriben en la misma línea que la trágica muerte en la cárcel de Shahrokh Zamani, dirigente del Tehran Paint Workers’ Union, el 13 de septiembre. Condenado a 11 años de prisión por “difundir propaganda” y “poner en peligro la seguridad nacional” tras su detención en 2011, se le había negado la posibilidad de recibir visitas, llamadas telefónicas y medicamentos, además de ser sometido a malos tratos físicos y psicológicos en la cárcel.

Los sindicatos de docentes han sido objeto de amenazas particularmente graves por parte de las autoridades en los últimos meses, tras las protestas silenciosas de más de 2.000 docentes el mes de abril. Los docentes han sido objeto de arrestos y detenciones masivas, y varios de sus dirigentes sindicales han sido condenados a penas de cárcel.

Sharan Burrow, Secretaria General de la CSI, señaló: “Irán está utilizando las denominadas leyes de “seguridad nacional” para justificar una represión en aumento de la actividad sindical legítima y privar de una representación legal adecuada a las víctimas de la represión. Estas medidas tienen consecuencias devastadoras para las personas encarceladas y sus familias, y también es sumamente perjudicial para la sociedad y la economía de Irán”.