Informe del PAN sobre el Marco de Desarrollo Post-2015 - El planteamiento… como de costumbre

El PAN publicó su informe a finales de mayo tras un proceso “de consulta largo y amplio”.
El movimiento sindical acoge con satisfacción el tono del informe al establecer los resultados deseados y expresar la ambición de hacer frente a algunos de los obstáculos principales para el desarrollo sostenible.
La opción de considerar el mundo como uno y abordar los objetivos de desarrollo como algo importante para todas las sociedades y personas es claramente un paso adelante, si se considera el alcance de la generación previa de ODM.
Sin embargo, cuando llegamos a las recomendaciones, metas ilustrativas y objetivos concretos propuestos, se observan deficiencias fundamentales y sesgos ideológicos

En la opinión preliminar, presentada a debate por la Red Sindical de Cooperación al Desarrollo, nuestras preocupaciones, como trabajadores/as y sindicatos, se centran en una serie de elementos específicos: trabajo decente, protección social, diálogo social y apropiación democrática. Otros movimientos han expresado opiniones similares y han revelado otras preocupaciones específicas que compartimos (p. ej. el Grupo Principal de Mujeres, entre otros
)
En general, la ‘mano invisible’ del sector privado ha influido claramente en las recomendaciones, ya que el informe contiene enfoques orientados hacia el mercado y objetivos impulsados por las empresas. Como muchos otros, estamos preocupados por la aparente mercantilización de los bienes globales del mundo y el lugar de los/las ciudadanos/as como meros factores de producción y/o consumo.
Asimismo, estamos profundamente preocupados por la distorsión de los enfoques basados en derechos, consagrados en las muchas convenciones y declaraciones basadas en los derechos humanos, a través de la promoción de objetivos voluntarios, no vinculantes y poco comprometidos que dan lugar a una falta de rendición de cuentas dentro del sistema propuesto.

El Programa de Trabajo Decente se sacrifica a favor de “buenos empleos”, la protección social se convierte en asistencia social y se pide a las empresas que contribuyan al desarrollo a través de la autorregulación y la distribución caritativa de los beneficios/ganancias. Este nuevo paternalismo es en realidad el componente principal del nuevo marco propuesto.

Además de preocuparnos por la mayor mercantilización del modelo de desarrollo mundial y el nuevo enfoque paternalista, también estamos preocupados por el creciente déficit democrático que menoscaba la legitimidad del proceso del PAN. Es evidente que el sistema de “consulta” poco definido y la representación parcial de la sociedad civil (solamente empresas privadas) han permitido en gran medida que la ‘mano invisible’ adapte el informe a sus deseos. La nueva estructura del desarrollo debe afrontar el déficit democrático garantizando un proceso participativo desde el principio. Debe ser un proceso basado en los derechos y normativo para permitir medidas apropiadas y coherentes en el ámbito nacional y una supervisión y evaluación significativas en el ámbito mundial y regional, de nuevo con un planteamiento de múltiples partes interesadas.
El enfoque de la “apropiación democrática” debería en sí mismo basarse en derechos y eliminar el enfoque de “consultas” superficiales. La elaboración de una “nueva” estrategia de desarrollo en los próximos meses ya no se puede llevar a cabo como de costumbre…

Escrito por Jan Dereymaeker, CSI/RSCD

- Leer las respuestas de partes interesadas ​​sobre el informe del PAN

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