India: Acción colectiva para la seguridad de salarios

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Por Buddhi Acharya, International Program Officer en LO/FTF Council (Dinamarca)

Hansa Sahu (40), ya no fija el precio de la sal antes de la producción. Antes, solía pedir dinero prestado a los comerciantes de sal antes del inicio de la temporada y lo utilizaba para fijar el precio actual.

Tal sistema no le aportaba más dinero al final de la producción, y a veces ni siquiera podía devolver el dinero prestado.

Los tiempos han cambiado. Ahora Hansa es un miembro de una cooperativa iniciada por la Asociación de Mujeres Trabajadoras Independientes (SEWA). A través de esta cooperativa, los trabajadores de la producción de sal consultan los precios incluso con productores de otras localidades, negociando el precio de la sal que producen cada año, con la ayuda de los teléfonos móviles.

Una decisión colectiva de los y las productoras de sal evita que los comerciantes o intermediarios elijan el precio más bajo. Además, la cooperativa de Hansa lanzó un fondo rotatorio que presta dinero a las familias para sus inversiones, promocionando su empoderamiento para negociar frente a los comerciantes e intermediarios.

Hicieron falta 15 años para que la SEWA consiga estas condiciones. La Sra. Heena, una de los organizadores de los trabajadores de la producción de sal de la SEWA, dijo: La reducción del costo de producción es necesaria para fijar el salario mínimo de las y los trabajadores. Así que animamos a los trabajadores a producir sal industrial, que se puede vender a un precio tres veces superior al de la sal comestible. Además, hemos creado un sistema solar para bombear agua de pozos que podrían reducir el costo del diésel en un 60%, lo que ayuda a los trabajadores a lograr mejores ingresos.

Los trabajadores de producción de sal emigran cada año de sus aldeas al desierto con sus familias en Gujrat, India. La temporada comienza en septiembre y dura hasta mayo (el período varía dependiendo del monzón) y permanecen durante toda la temporada en casas temporales hechas de barro y bambú.

La profesión está en manos de un grupo especial de personas y fue transferido de generación en generación. Hay alrededor de 30.000 familias de productores de sal tradicionales, 19.000 de las cuales son miembros de SEWA.