Entrevista en primer plano a Gemma Adaba (CSI – Oficina Naciones Unidas)

“Los gobiernos parecen querer eludir sus obligaciones con respecto al trabajo de los migrantes”

El primer Foro Mundial sobre la Migración y el Desarrollo (FGMD), una iniciativa de la Asamblea General de las Naciones Unidas con la que se busca propiciar un diálogo de alto nivel entre ambas temáticas, tendrá lugar los días 10 y 11 de julio en Bruselas. Lamentablemente, a pesar de su carácter informal y no vinculante, este Foro, que debería llevarse a cabo anualmente, está reservado únicamente a las delegaciones gubernamentales.

Para hacer que se escuche la voz de los sindicatos y de las ONG se llevará a cabo en la víspera del mismo una jornada de la sociedad civil sobre la migración y el desarrollo. El principal objetivo de esta jornada será reiterar a los dirigentes del mundo que, antes que nada, tienen que abocarse a brindar mayor protección a los derechos de los migrantes. Una conversación con Gemma Adaba, representante de la CSI ante las Naciones Unidas y miembro del comité encargado de la coordinación de esta jornada de la sociedad civil.

¿Qué se juega en el Foro Global sobre Migración y Desarrollo (FGMD) desde un punto de vista sindical?

Para la CSI y el movimiento sindical internacional hay mucho en juego en el Foro Global sobre Migración y Desarrollo (FGMD – Bruselas, 10-11 de julio de 2007). Con la mundialización, la migración laboral se está convirtiendo cada vez más en una cuestión de la que tienen que ocuparse los sindicatos, tanto en los países de procedencia como en los países de destino de los migrantes. Se estima que en el mundo hay en este momento 191 millones de migrantes y que el 60 por ciento de ellos viven en economías de altos ingresos, lo que significa países industrializados, como así también en muchos de los Estados del Golfo y en la República de Corea. El FGMD se creó a manera de un diálogo informal no vinculante entre los gobiernos, con la idea de llevarlo a cabo probablemente todos los años e intercambiar experiencias y mejores prácticas en los distintos aspectos de la política migratoria. En lo que se refiere a los sindicatos, nos preocupa que el pasado mes de septiembre, durante el Diálogo de Alto Nivel sobre Migración y Desarrollo, los Estados miembros de la ONU no decidieran poner esta reunión anual dentro del marco de la ONU, donde un marco de derechos –que incluye la Convención internacional de la ONU sobre la protección de los derechos de todos los trabajadores migrantes y de sus familiares y los Convenios núm. 97 y 143 de la OIT sobre los trabajadores migrantes- podría haber proporcionado adecuadas garantías con respecto a la protección de los derechos de los trabajadores migrantes.

Al colocarse este diálogo fuera del ámbito de la ONU y haciendo que los sindicatos y organismos especializados como la OIT únicamente participen de manera ad hoc y periférica, los gobiernos parecen estar eludiendo entrar en un marco donde deberían rendir cuentas de sus obligaciones en materia de derechos humanos y sindicales en lo que respecta a los trabajadores migrantes. Además, el FGMD está fuertemente abocado a colmar las lagunas del mercado laboral en ciertos sectores de los países industrializados, fundamentalmente las referidas a los programas de migración temporera. En éstas no solamente no hay un marco de derechos humanos sino que tampoco se toman en cuenta las necesidades en materia de desarrollo de los países de procedencia de la mano de obra en áreas críticas como educación y salud, donde la dinámica contratación de personal actual ya está teniendo negativas repercusiones y poniendo en peligro la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), especialmente en el África subsahariana.

Como se ve, para los sindicatos hay mucho en juego. Hacemos hincapié en que se protejan plenamente los derechos humanos y sindicales de los migrantes. Esto significa que los gobiernos de los países de procedencia y de acogida de mano de obra deben incorporar un enfoque basado en los derechos a sus políticas migratorias, tanto en el nivel nacional como en el contexto de los acuerdos bilaterales y regionales, como así también armonizar dicho enfoque en el plano mundial. Los gobiernos deben además velar para que la política migratoria no atente contra la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, comprendida la erradicación de la pobreza a través de servicios públicos de calidad y de trabajo decente.

¿Cómo participarán la CSI y sus afiliadas en el Foro de la Sociedad Civil sobre Migración y Desarrollo (FSCMD) y con qué objetivos?

En primer lugar, la CSI está representada en el Comité Director del día de la Sociedad Civil en el FGMD. Esta reunión está patrocinada por la Fundación Rey Balduino de Bélgica, y se llevará a cabo en Bruselas el 9 de julio. A través de su representación, la CSI ha procurado trabajar con los miembros del Comité Director de la sociedad civil a fin de preparar un temario que incorpore a la política migratoria el enfoque basado en los derechos y una noción abarcadora de desarrollo. Esto reviste importancia crítica, ya que los participantes del día de la sociedad civil, inclusive los sindicatos, adoptarán de manera colectiva conclusiones que se presentarán a los gobiernos en una sesión interactiva a llevarse a cabo durante la primera mañana del FGMD, es decir, el 10 de julio.

En segundo lugar, la CSI ha cooperado con las Federaciones Sindicales Internacionales (FSI) a fin de formar una delegación sindical compuesta por dieciséis personas. Dicha delegación participará activamente en las ocho mesas redondas sobre temas de actualidad del foro de la sociedad civil, planteando preocupaciones, perspectivas y experiencias sindicales con respecto a dichos temas, que son: La migración de personas con altas calificaciones y la fuga de cerebros; Migración temporera de mano de obra; La migración circular y los ingresos sostenibles; Incrementar el valor de desarrollo de las remesas de dinero; Poner en marcha la organización en las diásporas; Motivos para la migración; Coherencia y coordinación política en el plano mundial y estrategias y alianzas para trabajar sobre cuestiones relativas a “migración y desarrollo”.

Los sindicatos coordinarán estos mensajes en esas ocho mesas redondas, poniendo de relieve la importancia de un enfoque basado en los derechos que incluya el Marco Multilateral de la OIT para las Migraciones Laborales, respeto de las normas fundamentales del trabajo, promoción del trabajo decente y de los servicios públicos de calidad, pleno reconocimiento de las competencias especiales de la OIT con respecto a la migración laboral y adopción de mecanismos consultivos tripartitos que den voz a los sindicatos, incluyendo a los representantes de los trabajadores migrantes, en la modelación de la política migratoria.

¿De qué manera participa la CSI en los esfuerzos destinados a mejorar el marco jurídico internacional para la protección de los trabajadores migrantes?

A través del Grupo de los Trabajadores del Consejo de Administración de la OIT y de las Conferencias Internacionales del Trabajo anuales, la CSI y sus organizaciones predecesoras, la CIOSL y la CMT, han participado activamente en la modelación del marco normativo sobre las migraciones, incluyendo los Convenios núm. 97 y 143, y más recientemente el Marco Multilateral de la OIT para las Migraciones Laborales, que se adoptó en 2006. En el nivel de la ONU, los sindicatos han participado activamente en 2006 en el Diálogo de Alto Nivel de la Asamblea General sobre Migración y Desarrollo, como así también en las Audiencias Interactivas de la Asamblea General con la Sociedad Civil, que fueron el preludio del Diálogo. Los sindicatos continúan participando junto con diversas ONG en la coalición para la ratificación de la Convención internacional de la ONU sobre la protección de los derechos de todos los trabajadores migrantes y de sus familiares.

¿Qué está haciendo concretamente la CSI para ayudar a los sindicatos de los países de procedencia y los países de acogida de migrantes a defender mejor los derechos de esas personas?

La CSI ha creado un Grupo de Trabajo Interdepartamental sobre Migración, dentro del Departamento de Igualdad. Dicho Grupo de Trabajo actúa como centralizador en el plano mundial, posibilitando que las afiliadas armonicen sus políticas y exploren las buenas prácticas del ámbito de las migraciones. Entre sus objetivos más amplios está conseguir que se incorporen las cuestiones relativas a los trabajadores y trabajadoras migrantes a todas las políticas o actividades sindicales, como así también a las consultas tripartitas y a las negociaciones colectivas. Con respecto a esto, se presta suma atención al trabajo decente, la igualdad de trato, el acceso a los servicios públicos para los migrantes y sus familiares y la eliminación de todas las formas de discriminación.

Como punto de partida para las mejores prácticas, la CSI ha creado tres Acuerdos de Asociación entre afiliadas de países de procedencia y países de destino de migrantes, a saber: Indonesia con Malasia, Senegal con Mauritania, y Nicaragua con Costa Rica. El MTUC de Malasia ha creado un Centro de Migrantes y otras afiliadas harán lo mismo, con el fin de respaldar la integración de los migrantes a los lugares de trabajo y a sus comunidades. Las FSI, tales como la ISP y la ICM han hecho acuerdos similares de asociación. Los sindicatos de los países de la UE y de América del Norte tienen desde hace tiempo proyectos y campañas de sindicalización, aspirando a conseguir la plena integración de los trabajadores y trabajadoras migrantes y de sus familiares. Los migrantes de Hong Kong han creado su propio sindicato, el cual está afiliado a la HKCTU.

El Departamento de Derechos Sindicales de la CSI ha creado un proyecto sobre trata de personas. Dicho proyecto está en este momento en su fase inicial, consistente en recopilar información y determinar los sectores de riesgo, como así también evaluar el potencial para una participación sindical en la lucha contra la trata de personas.

¿Qué lugar ocupa la cuestión de géneros en la lucha del movimiento sindical internacional para defender los derechos de los trabajadores y trabajadoras migrantes?

Para los sindicatos reviste prioridad conseguir que se incorporen dimensiones de género a las políticas sobre migración y a los marcos normativos. Las mujeres constituyen actualmente casi la mitad de todos los migrantes y en los países en desarrollo son más numerosas que los migrantes hombres. Cada vez más viajan como migrantes por derecho propio solas, independientemente de sus esposos o a fin de lograr una reunificación familiar. Sea cual fuere su condición jurídica y social, se deben reconocer y defender todos sus derechos humanos y sindicales. Las mujeres más jóvenes muchas veces corren el riesgo de ser explotadas o de sufrir violencia en razón de su sexo, especialmente en el sector de esparcimiento y como trabajadoras domésticas. Son también la inmensa mayoría de las víctimas de trata. En su labor para defenderlas y a través de los acuerdos de asociación, los sindicatos deben hacer hincapié en que haya marcos normativos que estipulen adecuadamente la protección de los derechos de las mujeres migrantes y que se instauren los mecanismos necesarios para que los apliquen quienes las contratan y las emplean. Similar importancia reviste el reconocimiento de que las mujeres migrantes son “agentes del cambio económico y social” (no solamente sus víctimas), siempre y cuando dispongan de libertad de acción y de un espacio que les permita llevar a cabo una genuina participación en el proceso de tomas de decisiones de los sindicatos, de los lugares de trabajo y de la sociedad.

Entrevista realizada por Jacky Delorme