La manifestación es la última de una serie de iniciativas de protesta contra las desastrosas políticas económicas y sociales del Gobierno y contra la perpetuación autocrática en el poder del presidente Kais Saied.
“Tras obligar a la secretaria general de la CES, Esther Lynch, a abandonar el país el pasado 19 de febrero, el Gobierno pretende ahora negar a los trabajadores y trabajadoras tunecinos su derecho legítimo al apoyo y la solidaridad internacionales. El Gobierno está intentando bloquear la cooperación mundial con el movimiento sindical del país en un momento en que Túnez necesita urgentemente el apoyo de la comunidad internacional para superar la crisis. Nuestro mensaje al presidente Saied es claro: seguiremos apoyando a los trabajadores tunecinos en su lucha por la justicia y los derechos fundamentales”, ha declarado Owen Tudor, secretario general adjunto de la CSI, que viajará a Túnez el viernes junto con varios compañeros de Argelia, España, Francia, Italia, Libia, Noruega y Palestina.