Declaración de la CSI: Día Internacional del Migrante

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La migración es tan antigua como la propia humanidad, aunque de momento se está produciendo a una escala sin precedentes.

Millones de personas se desplazan en busca de las oportunidades económicas y sociales que se les deniegan a causa de condiciones de pobreza y falta de desarrollo en sus países de origen, y las mujeres que emigran en busca de trabajo igualan en número a los hombres. Otros millones de personas huyen de la guerra, la represión política o las cada vez más frecuentes repercusiones del cambio climático. Mujeres y niños representan tres cuartas partes de la población mundial de refugiados.

El Día Internacional del Migrante 2015 se celebra el aniversario de la aprobación de dos instrumentos clave sobre derechos humanos: 25 años de la Convención Internacional de la ONU sobre la protección de los derechos de todos los trabajadores migratorios y de sus familiares y 40 años del Convenio No. 143 de la OIT sobre los trabajadores migrantes.

Estos instrumentos proporcionan un amplio marco legal internacional para la protección de los derechos humanos y laborales de los trabajadores y trabajadoras migrantes, y aportan directrices a los Estados sobre cómo respetar los derechos de los migrantes al implementar las políticas de migración laboral.

Esta celebración, no obstante, se ve atenuada por la hostilidad hacia los refugiados, solicitantes de asilo y migrantes. Mientras que muchos Gobiernos no dan la talla en cuanto a humanidad y solidaridad, y la xenofobia prevalecen en numerosos lugares, la población local abre sus hogares a los refugiados, ofreciendo comida, alojamiento y ropa a los desposeídos, y se suma a las protestas de la opinión pública contra la intolerancia de algunos políticos y sectores de los medios de comunicación.

Los sindicatos se sitúan a la vanguardia de esta ola de solidaridad, reclamando el derecho al trabajo y protección social para los refugiados, igualdad de trato para los trabajadores migrantes, la apertura de canales regulares para la migración y que se ponga término a las prácticas abusivas de contratación, una representación justa de las múltiples dimensiones de la migración en los medios de comunicación, y la denuncia de expresiones de racismo, xenofobia e intolerancia. Los periodistas también se han manifestado por los derechos de los migrantes

Este año, al tiempo que celebramos estos dos instrumentos, reclamamos un auténtico liderazgo por parte de los políticos para que:

  • Pongan fin a la retórica anti-inmigración y xenófoba, destacando los beneficios de la migración.
  • Reconozcan el papel esencial que desempeñan los migrantes en la economía globalizada de hoy en día.
  • Garanticen el derecho al trabajo y a la protección social para los refugiados.
  • Integren a los trabajadores migrantes y refugiados en el mercado laboral nacional, por medio de políticas activas del mercado de trabajo.
  • Respeten, protejan y realicen los derechos de todos los trabajadores y trabajadoras, incluyendo los migrantes, tal como está estipulado en los tratados internacionales sobre trabajo y derechos humanos.
  • Ratifiquen e implementen la Convención de 1990 y el Convenio No. 143 de la OIT.

Leer más sobre la contribución económica y social de los migrantes (en inglés)