Los mítines sindicales, a los que asistieron más de 1.000 personas en cada ciudad, contaron con intervenciones de Akiko Gono, presidenta de la CSI, así como dirigentes de Rengo y representantes de GENSUIKIN y KAKKIN, dos ONG pacifistas y contrarias al armamento nuclear.
“Lamentamos profundamente la pérdida de tantas vidas en los bombardeos de estas dos ciudades hace 78 años, y registramos con enorme tristeza las consecuencias que tuvieron en las vidas de los supervivientes, conocidos como Hibakusha. Reconocemos sus esfuerzos por ver un mundo libre de la amenaza de las armas nucleares y nos comprometemos a continuar apoyándolos, como parte del compromiso más amplio de la CSI con la paz, la seguridad común y la democracia. Las amenazas de recurrir al armamento nuclear por parte de Rusia y Corea del Norte, en particular, ponen de relieve la gravedad de la situación y la necesidad de una acción internacional urgente para reconstruir y reforzar el Tratado de No Proliferación Nuclear, así como el Tratado sobre la Prohibición de Armas Nucleares (TPAN). Prácticamente la mitad de los países del mundo han asumido obligaciones vinculantes en el marco del TPAN en apenas seis años desde su finalización, pero todavía queda mucho por hacer”, afirmó Akiko Gono.
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