Comuniquen sus planes para la Jornada Mundial por el Trabajo Decente

Estimados compañeros y compañeras:

Muchos de ustedes ya habrán hecho planes para la próxima Jornada Mundial por el Trabajo Decente. Pero ¿han registrado ya su acción en la página www.wddw.org? Si pueden, por favor dedíquenle un momento ahora.

Tanto si su plan es poner de relieve la esclavitud, la corrupción, el trabajo precario, los bajos salarios, los ataques de los Gobiernos a la legislación laboral o conflictos específicos, al final es verdad que todo está motivado por la codicia corporativa. Las grandes empresas creen que la mano de obra no es más que una mercancía y que los derechos laborales son perjudiciales para los negocios. Y nuestros Gobiernos les escuchan.

La cruda realidad es que el PIB mundial se ha triplicado desde 1980 y que, sin embargo, la desigualdad está batiendo récords históricos. La riqueza que generan los trabajadores no se comparte después con ellos. Cifras cada vez mayores de trabajadores están atrapados en la mano de obra oculta de las empresas más ricas del mundo, donde carecen de seguridad laboral y se ven obligados a trabajar largas jornadas laborales a cambio de unos salarios de miseria, en unos entornos peligrosos o teniendo que manejar sustancias peligrosas.

El mundo ha alcanzado un punto de inflexión. El 60% del comercio global está dirigido actualmente por grandes empresas que, sin ningún reparo, utilizan un modelo empresarial basado en la explotación y el abuso de los derechos humanos en las cadenas de suministro. Los derechos de los trabajadores y trabajadoras, ya sea en el país de origen o en el extranjero, no tienen mucho o ningún significado para los directivos de las grandes corporaciones.

Los directores de las grandes empresas deberían examinar detenidamente el modelo empresarial que están presidiendo. Deberían saber que esas ganancias se ven muchas veces favorecidas por el pago de unos salarios muy bajos con los que los trabajadores no pueden vivir; que esas ganancias ponen en peligro la seguridad, provocando inexcusables lesiones y muertes en el lugar de trabajo; que esas ganancias están infladas gracias a la evasión fiscal, o están tristemente vinculadas a la contaminación de las tierras y el agua de las comunidades. Al mismo tiempo, los lobbys corporativos están poniendo a los Gobiernos en contra del Estado de Derecho, en virtud del cual las empresas deberían efectivamente rendir cuentas.
Cuando en muchos países la legislación laboral, los sueldos, las pensiones y la seguridad laboral se ven amenazados, significa que tenemos un enemigo común: la codicia corporativa.

Cuando una trabajadora de la confección como Rina, de Filipinas, me explica que no le puede decir a su hijo de 12 años si estará en casa para prepararle la cena o darle las buenas noches porque se ve obligada a trabajar horas extras sin previo aviso – ¡eso no es trabajo decente!

Cuando hombres que se dedican a la pesca del marisco que se sirve en muchas de nuestras mesas, se encuentran esclavizados durante meses seguidos en embarcaciones que operan en aguas indonesias y que carecen de un alojamiento adecuado y de saneamiento – no hay esperanza de trabajo decente para ellos.

Y cuando destacadas instituciones internacionales como la FIFA están marcadas por la corrupción y piensan que está bien celebrar la Copa del Mundo en un Estado esclavista – el mundo ha perdido sus puntos de referencia morales.

Los trabajadores y trabajadoras y sus familias están hartos: el 94% de las personas quieren que se garantice que los derechos de los trabajadores/as sean un elemento esencial de los acuerdos comerciales. El 94% de las personas quieren normativas más estrictas para obligar a las corporaciones a ofrecer mejores salarios y condiciones. El 88% de las personas quieren que se promueva un aumento del salario mínimo en todos los países del mundo. Y todos estamos en contra de las prácticas de esclavitud y corrupción de la FIFA.

Así pues, les animamos a utilizar el logotipo genérico “alto a la codicia corporativa” para la campaña que hayan decidido llevar a cabo este año a favor del trabajo decente:

Visiten la página WDDW.org para registrar sus acciones y comunicarnos sus planes para la Jornada Mundial por el Trabajo Decente. Esto es lo que hay que hacer:

1) Registren su acción:
Para la CSI es sumamente importante que ustedes registren sus acciones en el sitio web específico: www.wddw.org. Pueden registrar su acción directamente en el sitio web, o bien enviar un correo electrónico a [email protected].

2) Utilicen el logotipo:
Les animamos a que este 7 de octubre utilicen durante sus acciones el logotipo “Alto a la codicia corporativa”. Sírvanse descargarlo aquí: inglès, alemán, francès, español).

3) Informen:
Es igualmente importante que, una vez hayan llevado a cabo sus actividades, informen cuanto antes a la CSI (el mismo día, a ser posible), proporcionando información detallada sobre cómo se desarrollaron e incluyendo fotos, enlaces a vídeos y materiales de campaña que hayan utilizado. Pueden enviarlo todo a: [email protected].

Trabajo decente, reducción de la desigualdad, erradicación de la esclavitud, eliminación de la evasión fiscal y la corrupción, protección del medioambiente – todo ello requiere el Estado de Derecho.

Solicitamos a los líderes mundiales que implementen y hagan cumplir el Estado de Derecho. Si cada país responsabilizara a las grandes corporaciones de su conducta empresarial tanto dentro como fuera del país, podríamos terminar con la codicia corporativa y poner la economía mundial al servicio de muchos en lugar del 1% de los más ricos.

Si los Gobiernos defendieran unas instituciones del mercado de trabajo fortalecidas, que garanticen una distribución justa de la riqueza por medio de un salario mínimo digno y de la negociación colectiva, basándose en la garantía fundamental de la libertad sindical, podríamos reducir la desigualdad y terminar con la codicia corporativa.

Y si los Gobiernos dieran prioridad a la dignidad de un nivel mínimo de protección social para sus ciudadanos y ciudadanas – los servicios públicos e ingresos básicos que garantizan unas comunidades sostenibles y pacíficas – se detendría la interminable carrera hacia el abismo y podríamos reconstruir la justicia económica.

Estamos unidos en nuestra determinación de acabar con la codicia corporativa.
Hagamos valer este 7 de octubre.

En solidaridad,
Sharan Burrow

P.S. – Si tienen preguntas, no duden en enviarnos un mensaje a [email protected].