Colombia: La realidad desmiente las afirmaciones públicas del gobierno colombiano

En una nueva carta al Presidente Álvaro Uribe, Guy Ryder, Secretario General de la CSI acusó al Presidente colombiano de superchería cuando (...)

Bruselas, 13 de noviembre de 2007: en una nueva carta al Presidente Álvaro Uribe, Guy Ryder, Secretario General de la CSI acusó al Presidente colombiano de superchería cuando hace alardes de que la situación de los sindicalistas ha mejorado en Colombia.
Los tres recientes asesinatos de dirigentes docentes y militantes sindicales ocurridos en los meses de septiembre y noviembre desmienten categóricamente las afirmaciones del Gobierno. La triste realidad es que unos 30 sindicalistas, incluyendo seis líderes sindicales, han sido asesinados en Colombia en lo que va del año, llevando a casi 560 el número de sindicalistas asesinados en el curso del mandato de Álvaro Uribe como Presidente de la República, iniciado en 2002. Sólo una fracción minúscula –tan ínfima que en la realidad es casi insignificante- de estos asesinatos ha sido elucidada, para no mencionar el número incluso menor de autores de estos crímenes que han sido llevados a la justicia. Durante el 2006, fueron 78 los sindicalistas asesinados en Colombia como consta en la publicación anual de la CSI, el Informe de las Violaciones de los Derechos Sindicales .
La CSI, en una carta enviada al Presidente Uribe el día de hoy manifestó su indignación ante los asesinatos constante de líderes y militantes sindicales y denunció enérgicamente la persecución que sigue sufriendo el movimiento sindical.

El 2 de noviembre fue asesinado Leonidas Silva Castro, dirigente sindical de los educadores y presidente de la subdirectiva de la Asociación Sindical de Institutores Nortesantandereanos, del municipio de Villacaro, en el Norte de Santander.

El 3 de noviembre, en el municipio de Toro, departamento del Valle, fue asesinado Giraldo Rey, presidente de la Subdirectiva del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Industria Frutera, Sinaltraifrut. Giraldo Rey era un reconocido defensor del tratado de libre comercio con EE UU: y en junio pasado había viajado a Estados Unidos para reafirmar su apoyo al TLC cuando el grueso del movimiento sindical colombiano y regional está en contra. Estaba por volver a Estados Unidos el 11 de este mes para reafirmar su apoyo. Según la prensa colombiana, el Vicepresidente Santos le pidió a la Fiscalía que iniciara pronto una investigación para esclarecer el crimen y el Presidente Uribe repudió el asesinato y ofreció 100 millones de pesos a quien informe sobre los responsables del asesinato, actitud, huelga decir, nunca vista en el caso de las decenas de asesinatos de sindicalistas que quedan en la impunidad total.

El 7 de noviembre fue asesinada Mercedes Restrepo Campo, docente de la Institución Educativa “Hernando Botero O’Byrne” y miembro de la subdirectiva del Sindicato Único de Educadores del Valle, SUTEV.

Como le escribe Guy Ryder al Presidente Uribe, el gobierno implementa desde hace tiempo una política de aniquilamiento del movimiento sindical dirigida a imponer cada vez más limitaciones a los derechos de los sindicatos a funcionar libremente. Se les niegan, por ejemplo los registros de sus sindicatos y sus miembros siguen sufriendo amenazas de reestructuración de sus empresas, cuyo propósito parece tener mucho menos que ver con los requisitos económicos que con la clara intención de desmantelar los sindicatos activos en tales empresas.

Se hace apremiante, entonces, que la Unidad Especial en la Fiscalía de la Nación -creada en el marco del Acuerdo Tripartito firmado en la OIT entre el Gobierno colombiano, los empleadores y los trabajadores el 1 de junio de 2006 para investigar aproximadamente 100 casos de los más “emblemáticos” de asesinatos de sindicalistas- logre resultados serios, creíbles y urgentes.
Según Guy Ryder, estos crímenes también desmienten rotundamente las alegres apreciaciones del Vicepresidente Francisco Santos en el Congreso de Estados Unidos a principios de noviembre de este año sobre los éxitos del gobierno en la lucha contra el aniquilamiento y persecución del movimiento sindical.

La Confederación Sindical Internacional (CSI) en su carta a Álvaro Uribe se suma a sus afiliadas colombianas en su repudio e indignación ante estos crímenes. La CSI exige a las autoridades que inicien sin demora las investigaciones necesarias a fin de esclarecer estos tres homicidios y llevar a la justicia a sus autores materiales e intelectuales.


La CSI representa a 168 millones de trabajadores de 153 países y territorios y cuenta con 305 afiliadas nacionales.

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