Bruselas, 31 de agosto de 2007: La CSI, que cuenta con 2 organizaciones afiliadas en Chile, la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y la Central Autónoma de Trabajadores (CAT), ha condenado la represión por el Gobierno chileno de la manifestación pacífica convocada por las centrales sindicales el día 29 de agosto 2007 en todo el país para solicitar un sistema de previsión solidario, un salario digno y el derecho a la contratación colectiva.

Miles de chilenos salieron a las calles para reclamar una mejor distribución del ingreso y la ayuda social para los más necesitados, y a pesar de que el gobierno había afirmado que garantizaría el derecho de protesta, inexplicablemente la protesta fue reprimida con violencia.

La situación laboral está muy difícil en Chile y el descontento, la desigualdad y las mínimas oportunidades forman parte de la realidad del pueblo chileno. Es por esta razón que la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y la Central Autónoma de Trabajadores (CAT), que aglutinan a gran parte de los sindicatos de trabajadores de Chile, convocaron a manifestarse pacíficamente el 29 de agosto.
Más de 260 personas fueron detenidas después de la represión policial. En una carta a las autoridades de Chile, la CSI solicita a Michelle Bachelet y su gobierno que hagan todo lo necesario para que estos hechos de represión violenta no se reproduzcan y para que los réditos económicos de los que se está beneficiando el país puedan ser disfrutados por todo el pueblo de Chile.
“El pueblo chileno tienen derecho a tener una vida y un trabajo decente” dijo Guy Ryder, secretario general de la CSI. “El gobierno chileno tiene que asumir su responsabilidad en este tema”

La CSI, fundada el 1 de noviembre de 2006, representa a 168 millones de trabajadores de 153 países y territorios y cuenta con 304 afiliadas nacionales.

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