Cargamento de armas a Zimbabwe: la CSI apoya una acción de brazos caídos

La CSI ha manifestado su total apoyo al anuncio de la Federación Internacional de los Trabajadores del Transporte y su afiliada sudafricana SATAWU de que los trabajadores portuarios de Durban, donde se encuentra actualmente atracado el buque chino An Yue Jiang, no desembarcarán el cargamento de armas destinado al régimen de Mugabe, presidente de Zimbabwe.

Bruselas, 18 de abril de 2008: La CSI ha manifestado su total apoyo al anuncio de la Federación Internacional de los Trabajadores del Transporte y su afiliada sudafricana SATAWU de que los trabajadores portuarios de Durban, donde se encuentra actualmente atracado el buque chino An Yue Jiang, no desembarcarán el cargamento de armas destinado al régimen de Mugabe, presidente de Zimbabwe. El barco, por lo que se sabe, transporta unas 77 toneladas de armas y municiones, entre las que se incluyen millones de balas de AK-47, 1.500 granadas propulsadas por cohete, morteros y proyectiles de mortero.

Los sindicalistas sudafricanos están al frente del movimiento de solidaridad internacional con el pueblo de Zimbabwe y sus sindicatos. La manifestación de solidaridad es tanto más importante cuanto que existen claros indicios de que el Gobierno de Zimbabwe, famoso por las barbaridades cometidas contra los derechos humanos y sindicales, ha manipulado el resultado de las recientes elecciones”, afirma Guy Ryder, secretario general de la CSI. “Frente a la nueva ola de violencia desatada por el régimen de Mugabe contra los ciudadanos que se atreven a reclamar sus derechos democráticos más legítimos, produce pavor que los siempre fieles al régimen, por menguante que sea su número, puedan tener acceso a más armas para utilizar contra el propio pueblo”, explica.

SATAWU, informando, además, de que ninguno de los miembros del sector de transporte por carretera aceptará trasladar el cargamento, ha invitado al capitán del barco a zarpar hacia su país de origen. SATAWU es miembro de la central COSATU, afiliada a la CSI. COSATU ha expresado su preocupación de que el Gobierno zimbabwense “pueda usar las armas contra los opositores al régimen para agravar la situación de violación de los derechos humanos”.

“El panorama en Zimbabwe es de deterioro permanente: la economía está al borde de la implosión, a lo que hay que sumar la patente negación del voto expresado en las urnas por el pueblo zimbabwense. Exhortamos a la comunidad internacional y, en particular, a los países vecinos de Zimbabwe, a ejercer la presión necesaria para asegurar una transición pacífica a la democracia y el pleno respeto a los derechos de los ciudadanos de Zimbabwe”, reclama Ryder.


La CSI representa a 168 millones de trabajadores de 155 países y territorios, y cuenta con 311 afiliadas nacionales.

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