Trabajadores del Ministerio de Justicia, médicos de hospitales y empleados de los sectores de la educación y municipales han venido protestando contra la administración autoritaria y la represión generalizada del movimiento sindical independiente y otros grupos de la sociedad civil. Gran parte de las medidas represivas apuntan específicamente a las mujeres trabajadoras, que se han situado a la vanguardia del creciente movimiento que reclama derechos democráticos en el lugar de trabajo y en la sociedad.
“Las autoridades argelinas no sólo están ignorando las reivindicaciones de cambio, sino que además reprimen duramente a aquellas organizaciones y personas que reclaman sus derechos. Instamos al Gobierno a que se ponga fin de inmediato a esta represión, incluyendo las medidas antisindicales que constituyen una violación de la Constitución argelina y de los derechos humanos internacionalmente reconocidos” indicó la Secretaria General de la CSI, Sharan Burrow.