Indignación internacional ante la brutal represión de la libertad de reunión en Chile

La CSI se ha sumado a la condena internacional contra el gobierno chileno por la violenta represión de una manifestación en Santiago. Los sindicalistas figuran entre los principales objetivos de la brutal agresión y las detenciones por parte de las fuerzas policiales en respuesta a una manifestación pacífica organizada el jueves pasado.

Miles de personas salieron a las calles el 5 de septiembre de 2019 en respuesta a la convocatoria lanzada por una coalición de unas 60 organizaciones de la sociedad civil, incluyendo a sindicatos, grupos ecologistas y organizaciones feministas en de defensa de los derechos indígenas. Denunciaban la agenda antisocial y la reforma antisindical impuestas por el Gobierno de Sebastián Piñera, que daría como resultado el desmantelamiento de las protecciones laborales existentes, reduciendo el acceso a la salud, la educación y la protección social.

“Estos hechos vienen a demostrar que el Gobierno Piñera considera que puede acallar las voces de los ciudadanos recurriendo a la policía antidisturbios. La libertad de expresión y de reunión desempeña un papel crucial en los intercambios destinados a lograr un consenso social y políticas inclusivas. Este ataque representa una afrenta al funcionamiento de las sociedades democráticas y este tipo de abusos resulta intolerable y debe ser condenado sin paliativos. Queda ahora claramente patente la violencia que ha venido guiando a este Gobierno en sus continuos esfuerzos por desmantelar las infraestructuras sociales”, afirmó Sharan Burrow, Secretaria General de la CSI.

Chile acogerá en breve dos reuniones internacionales de gran relevancia: la Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático (COP25) y el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico, y las acciones del Gobierno resultan particularmente preocupantes en previsión de esos importantes eventos.

Diversos informes indican que la brutal agresión policial se inició incluso antes del inicio de la marcha, teniendo como resultado numerosos heridos, así como un centenar de detenciones. Entre los detenidos figuran el Secretario General de la CUT Chile, Nolberto Diaz y su Vicepresidenta Internacional, Tamara Muñoz, miembro además del Consejo General de la CSI. Al final de la movilización, la policía intentó además entrar a la fuerza a la sede nacional de la CUT. Los dirigentes detenidos serían liberados varias horas más tarde sin cargos.

“El Gobierno Piñera parece ser incapaz de emprender el diálogo social. Esta violenta respuesta a las preocupaciones legítimas del pueblo chileno confirma el creciente recurso a la represión por parte del Gobierno. Tal como resume el eslogan escogido para la movilización, “Nos cansamos, nos unimos”, el pueblo chileno está unido porque está cansado de un Gobierno que beneficia únicamente a las élites a expensas de la mayoría de la sociedad”, manifestó Burrow.