El movimiento “Hagamos que Amazon pague”, que está respaldado por cientos de cargos elegidos en todo el mundo y está recibiendo un apoyo cada vez mayor, está coordinado conjuntamente por UNI Global Union y Progressive International.
Sindicatos, políticos y otros grupos interesados se reunieron en una cumbre organizada por el movimiento en Manchester (Reino Unido) el 27 y 28 de octubre para ahondar en las violaciones sistemáticas de derechos laborales internacionalmente reconocidos por parte del gigante minorista y de datos, su pésimo historial medioambiental, su comportamiento contrario a la competencia y sus argucias para reducir al mínimo el pago de impuestos.
En noviembre se llevarán a cabo diversas acciones colectivas y protestas en torno al Black Friday de Amazon (24 de noviembre), las cuales se suman a las 135 huelgas y protestas que se realizaron en 35 países en 2022.
“Amazon debe pagar a sus trabajadores salarios decentes y reconocer sus obligaciones con todos sus trabajadores. Debe pagar para que sus operaciones sean seguras y poner fin a sus prácticas ambientales destructivas. Debe pagar sus impuestos y detener las prácticas deshonestas que despliega para evitar contribuir a la infraestructura del sector público de la que depende totalmente”.
“No se debería seguir permitiendo a Amazon recibir subsidios de los Gobiernos, y las autoridades encargadas de la competencia deben tener valor y parar las prácticas anticompetitivas de la empresa. Por este motivo, las afiliadas de la CSI de todo el mundo apoyan esta campaña. Juntos lograremos que Amazon pague”, dijo el Secretario General de la CSI, Luc Triangle.
Las ganancias de Amazon se triplicaron en el último cuatrimestre y sus ingresos alcanzaron 143.100 millones de dólares estadounidenses. La empresa controla alrededor de un tercio de la infraestructura mundial de computación en nube.