En Países Bajos, el salario mínimo ligado a la edad hace que los jóvenes no lleguen a fin de mes y sean reemplazados por perfiles más aún más jóvenes

En Países Bajos, el salario mínimo ligado a la edad hace que los jóvenes no lleguen a fin de mes y sean reemplazados por perfiles más aún más jóvenes

In the Netherlands, young workers are paid lower wages than their older counterparts. It was a system borne out of good intentions but trade unionists are calling for minimum wage reform because “young people simply aren’t getting by.”

(Jeroen Jumelet/ANP via AFP)

En 2012, una mujer fue entrevistada para un puesto de dependienta en una tienda de la marca de ropa Esprit en Dordrecht, en la parte occidental de los Países Bajos. Cuatro días más tarde, la tienda le dejó un mensaje de voz en el que explicaba que no iba a contratarla. “Por desgracia, como trabajaría durante los fines de semana, es demasiado mayor y, por lo tanto, demasiado cara para nosotros. Buscamos a alguien menor de 23 años”.

La solicitante del puesto tenía 25.

La mujer era “demasiado cara” porque, de acuerdo con el sistema neerlandés de salario mínimo aplicado a los jóvenes, los trabajadores jóvenes reciben salarios inferiores a los de sus colegas mayores. En ese momento, la candidata de 25 años habría tenido derecho por ley a recibir un salario mínimo de 67 euros al día. Por otra parte, una persona de 22 años habría ganado el salario mínimo aplicable a su tramo de edad, es decir, 57 euros al día, lo que representa un coste salarial diario un 15% más bajo.

Aunque podría tener sentido desde el punto de vista económico, un instituto local de derechos humanos estimó un año más tarde que la justificación de la empresa para rechazar su solicitud por su edad constituía discriminación por edad, lo cual es ilegal. La mujer no fue mencionada en la decisión del Instituto de Derechos Humanos de los Países Bajos publicada en su sitio web. Dado que sus decisiones no son legalmente vinculantes, el instituto no tiene la facultad de sancionar ni de imponer medidas correctivas.

Según Krystyna Bakhtina, una profesora de la Universidad de Ámsterdam que escribió su doctorado sobre la discriminación por edad, el sistema holandés de salario mínimo aplicado a los jóvenes da lugar sistemáticamente a estas situaciones, aunque es poco habitual que los empleadores dejen pruebas irrefutables. Este tipo de discriminación normalmente tiene lugar durante el proceso anterior a la contratación, una etapa en la que en general es difícil para los solicitantes reunir testimonios o documentos que demuestren la discriminación.

“Es poco probable que alguien te escriba en un correo: ‘No vamos a contratarla porque es más cara’”, dice a Equal Times, añadiendo que independientemente del salario mínimo de los jóvenes, la legislación neerlandesa no permite a los empleadores contratar únicamente basándose en la edad. “No es legal”, dice. “Pero no puedes hacer nada”.

Bakhtina lo compara con la explotación, equiparando el sistema a las prácticas profesionales no remuneradas que se espera que los jóvenes hagan en muchas industrias creativas y de perfil alto. “No tienen alternativa, ya que deben adquirir experiencia; tienen que ganar dinero para sobrevivir y se les ofrece estas condiciones”, dice.

El sistema neerlandés de salario mínimo aplicado a los jóvenes se creó con buenas intenciones. Los legisladores locales lo introdujeron en 1974 porque los trabajadores menores de 23 años no disfrutaban de la protección legal mínima cuando estaban empleados con un contrato de trabajo de derecho civil. Trataron de remediarlo mediante la introducción de un salario mínimo legal separado para los trabajadores jóvenes. Desde entonces, el salario mínimo para los jóvenes ha ofrecido un camino gradual hacia el salario mínimo legal del país, según el cual una persona de 20 años y otra de 18 años, por ejemplo, actualmente tienen derecho a percibir el 80% y el 50% del salario mínimo habitual.

Sin embargo, según Marinus Jongman, vicepresidente de la sección de trabajadores jóvenes del sindicato neerlandés FNV, cinco décadas después de su adopción, el sistema ha superado su fecha de caducidad. “No se puede explicar, de ningún modo, por qué todavía tenemos este sistema”, dice a este medio.

“Debe eliminarse el salario mínimo para los jóvenes”

Jongman explica que, si vas a un supermercado, hotel, restaurante, cafetería o tienda en los Países Bajos, probablemente solo verás personas jóvenes detrás del mostrador. Y eso se debe al salario mínimo para los jóvenes. “Las personas jóvenes son utilizadas [por las empresas] para [gastar] la cantidad mínima posible en costes asociados a los salarios. Realmente se ha convertido en un modelo empresarial para ellas”, dice, añadiendo que las historias de los afiliados al sindicato sugerían que los gerentes no suelen decir a los empleados jóvenes que su contrato no va a ser renovado porque se han vuelto demasiado caros. “Sin embargo, al final sabes quién te va a reemplazar”, dice. “Todo el mundo cuenta la misma historia: una persona de 19 años se va y una de 15 o 16 años la reemplaza”.

Según FNV Young & United, pocos países de la Unión Europea tienen un salario mínimo diferente para los trabajadores jóvenes y en los que lo tienen –por ejemplo, Bélgica y Luxemburgo– los trabajadores jóvenes ganan porcentajes mucho más elevados del salario mínimo habitual que en el sistema neerlandés.

Según Jongman, las repercusiones de este sistema de remuneración estratificado para los trabajadores jóvenes son enormes. “Los jóvenes simplemente no llegan a fin de mes”, dice, mencionando un estudio de un instituto de investigación neerlandés que indica que el 45% de las personas de entre 18 y 25 años son “económicamente insalubres”. Por otra parte, las cifras de Eurostat muestran que los estudiantes en los Países Bajos tienen más probabilidades de tener un trabajo a tiempo parcial que en cualquier otro país de la Unión Europea. Jongman señala el salario mínimo neerlandés para los jóvenes como el vínculo entre estas dos conclusiones contradictorias y dice: “Debe eliminarse el salario mínimo para los jóvenes”.

Ha habido iniciativas para restringir el sistema neerlandés en el pasado. En 2017, dos años después de que FNV comenzara una importante campaña de sensibilización sobre esta cuestión, las instancias legislativas neerlandesas acordaron reducir la edad (de 23 a 22) a partir de la cual se empieza a aplicar el salario mínimo habitual, que es más elevado. Dos años más tarde entró en vigor otra reforma gracias a la cual las personas de 21 años y más también tenían legalmente derecho a recibir el salario mínimo legal del país.

Sin embargo, Jongman, de FNV, observa una gran resistencia a eliminar el sistema a partir de los 18 años y no espera ningún cambio al respecto mientras siga en el poder el Gobierno actual de derechas, liderado por VVD, un partido favorable a las empresas.

“Siempre han velado por los intereses de las empresas. Y básicamente no quieren [que se elimine el salario mínimo para los jóvenes]. Es así de simple”. La posición actual del sindicato es que el salario mínimo habitual debería comenzar a aplicarse en el momento que el trabajador cumpla 18 años y que los trabajadores de 15, 16 y 17 años deberían ganar el 50% o más del salario mínimo habitual.

Por consiguiente, el sindicato decidió aplicar otra estrategia y, a partir de 2019, redobló sus esfuerzos para eliminar el salario mínimo para los jóvenes de los convenios colectivos. Según Jongman entre el 80% y el 88% de los empleados están cubiertos por un convenio colectivo en los Países Bajos. Como mostraban las cifras facilitadas por Jongman, en 2019, 348 de los 870 convenios colectivos locales permitían a las empresas pagar a sus trabajadores jóvenes menos que a sus colegas de más edad por el mismo trabajo. Actualmente, solo 283 lo permiten, lo que marca una disminución del 19%, aunque admitió que muchas de las empresas cubiertas por estos convenios no emplean a muchos jóvenes. En 2022, el gigante sueco del mueble Ikea, el operador ferroviario Nederlandse Spoorwegen y una sección de KLM Royal Dutch Airlines acordaron pagar a los trabajadores de 18 años o más el salario mínimo legal como parte de convenios colectivos recientemente concluidos con FNV.

Fomentar un nivel bajo de desempleo juvenil y la educación continua

En el caso de algunos empleadores no ha sido necesario que los sindicatos los empujaran a eliminar el sistema. Ya en 2016, el consejo municipal de Ámsterdam adoptó una propuesta de los Verdes, el Partido Socialista y Partij van de Ouderen, un partido que representa los intereses de las personas de 50 años o más, para pagar a las personas de entre 18 y 23 años el mismo salario que a sus colegas mayores.

Muchos legisladores locales y expertos económicos han argumentado en contra de eliminar el sistema porque reduciría el empleo al hacer que sea más caro para las empresas contratar a trabajadores jóvenes. Al preguntarle acerca del impacto de esta decisión en el presupuesto de Ámsterdam, Anouk Panman, una portavoz del ayuntamiento, señaló que sus costes salariales aumentan frecuentemente, por ejemplo como consecuencia de nuevos convenios colectivos, y que tenían que encontrar una manera de equilibrar el presupuesto debido al aumento de los costos salariales. “Se podría sostener que la eliminación del salario mínimo para los jóvenes ha tenido un impacto negativo en nuestro presupuesto”, admite. “El consejo municipal decidió deliberadamente hacerlo porque da prioridad a recompensar adecuadamente a los trabajadores jóvenes y a atraer a jóvenes talentos”.

“Nuestra conclusión es que esta medida ha hecho el ayuntamiento de Ámsterdam más atractivo como empleador porque implica que los empleados jóvenes entran a trabajar en una escala salarial más alta y reciben una retribución mayor”, añade.

Cuando se le pidió que comentara al respecto, la federación neerlandesa de empleadores VNO-NCW señaló que pidió al ministerio neerlandés de Asuntos Sociales y Empleo que aumentara el salario mínimo legal en 2021 en un informe de asesoramiento publicado por el Consejo Social y Económico de los Países Bajos, un órgano integrado por empleadores, trabajadores y expertos independientes que asesora al Gobierno neerlandés sobre políticas sociales y económicas.

“El consejo de ministros lo ha hecho y también se está reflejando en el salario mínimo para los jóvenes”, dice Edwin van Scherrenburg en un correo electrónico. Señalando que en muchos otros países de la Unión Europea ocurre lo contrario. “Además, el sistema actual de salario mínimo para los jóvenes da lugar a un nivel de desempleo juvenil relativamente bajo en los Países Bajos y mejores oportunidades para las personas jóvenes en el mercado de trabajo. Contribuye a la participación escolar más larga posible y eso es fundamental”, continúa.

Un portavoz del ministerio neerlandés de Asuntos Sociales y Empleo dijo a Equal Times que el salario mínimo legal se había establecido deliberadamente para alentar a los jóvenes a cursar estudios y diplomas de seguimiento, los cuales mejoran la posición laboral de las personas y contribuyen a la progresión profesional. “Por este motivo, una persona joven idealmente dedicaría la mayor parte de su tiempo a continuar sus estudios en lugar de trabajar a tiempo completo”, dijo el portavoz, añadiendo que los jóvenes suelen tener gastos básicos más bajos porque a menudo todavía viven con sus padres o cuidadores. “La eliminación del salario mínimo para los jóvenes podría hacer más difícil que los jóvenes encuentren empleo o un empleo extra porque incrementaría los costos para los empleadores. El Gobierno estima que todas estas razones combinadas justifican la importancia del salario mínimo para los jóvenes”.

Además del apoyo político y la aceptación de las empresas, la eliminación del sistema neerlandés de salario mínimo para los jóvenes también exigirá un cambio de mentalidad entre, tal vez, un grupo insólito de personas: los propios trabajadores jóvenes. “Como este sistema ha existido durante tanto tiempo en los Países Bajos, muchas personas crecieron con él y lo consideran muy normal”, dice Jongman, añadiendo que él mismo ganaba 3 euros por hora cuando tenía 16 años y trabajaba en un supermercado hace tan solo unos años. “Y la noción de que se puede hacer algo para cambiar la situación sigue siendo un poco complicada”.

Esta opinión fue compartida por Bakhtina, de la Universidad de Ámsterdam, que señala que las conversaciones que ha mantenido con estudiantes que trabajan en bares indican que no ven ningún problema con sus salarios más bajos y que, cuando sí lo ven, no saben cómo hacer valer sus derechos.

Concluye que en última instancia, e independientemente de si los jóvenes están de acuerdo o no, el sistema neerlandés hace caso omiso de un principio fundamental de las normas internacionales del trabajo: el de la igualdad de remuneración por el mismo trabajo. “Si posees más competencias, cualificaciones o conocimientos técnicos, deberías estar mejor remunerado”, dice Bakhtina. “Pero no solo porque seas mayor”.