Del empleo informal a la digitalización de los empleos, ¿qué nos depara el mundo del trabajo?

Del empleo informal a la digitalización de los empleos, ¿qué nos depara el mundo del trabajo?

In an environment of accelerating automation and digitalisation, will lifelong learning be the key to staying in our chosen job or profession? How should we address the challenge of informal work? What will happen to jobs impacted by the climate crisis? And what role will trade unions play in all of this?

(Sun xinming/Imaginechina via AFP)

Hace poco más de tres lustros, una funcionaria de consulado en Hong Kong me espetó un: “tengo 50 años, yo ya he estudiado lo que tenía que estudiar y no voy a formarme más. ¡Que tengo 50!, ¡50!”… No sé lo que le respondí en ese momento, porque efectivamente, para quienes –como en mi caso– se pierden pocos SNL, mi mente ya se había ido a un sketch de la cómica Molly Shannon, y su personaje Sally O’Malley lanzando el antológico “I am 50 and I like to kick, stretch and kick” (tengo 50 y me gusta dar patadas, estirarme y dar patadas).

Aunque el mundo del trabajo hace quince años ya mudaba, si bien a un ritmo todavía comprensible, esa actitud se me quedó grabada. Concretamente por su excepcionalidad. Desde entonces no he encontrado a otro profesional que se negase frontalmente a nuevas formaciones para mantenerse, cambiar de función o ascender en una empresa. Y es que este es el presente en el que nos encontramos, un presente en el que ya no se vive de las rentas de lo aprendido en los años de formación académica.

¿Pero será la formación continua la clave que nos permita permanecer en un puesto o en la profesión que hemos elegido? No está claro. Y es que la digitalización y nuevas tecnologías como la inteligencia artificial (IA) añaden nuevos retos para los trabajadores, especialmente –en esta fase actual– para aquellos con salarios más altos y perfiles más intelectuales; y, también, para las organizaciones sindicales que los representan. El uso de la IA, para mejorar la productividad en una empresa (teóricamente), debería hacerse contando con seres humanos en todo el circuito, ahora bien: ¿Con qué salarios, iguales a los percibidos antes de la implementación de la IA o inferiores? ¿Quién costeará las formaciones? ¿Se crearán nuevos puestos… con cierto futuro o serán ‘efímeros’ incluso ‘líquidos’? Si ‘aceptamos’ –tanto gobernantes como sociedad civil– que las grandes tecnológicas sólo ofrecen soluciones y que el diseño de sus productos no tiene que sujetarse a imperativos de derechos humanos, ¿quién se responsabilizará de la disrupción (negativa) en el mundo laboral y en el medioambiente?

Y frente a esta imagen enmarañada y futurista (si bien más cercana de lo nos gustaría) tenemos otra, que es la de toda esa población que se desempeña en el sector informal de la economía, y que en muchos países supone hasta más del 90% de la población empleada. Pero también nos encontramos con que un número creciente de trabajadores se queda sin trabajo (por ejemplo, en el campo), como consecuencia directa de la crisis climática.

En Equal Times, como medio especializado en el mundo del trabajo, seguimos de cerca todos estos cambios desde nuestros inicios, en 2012, y en este especial de verano os proponemos una pequeña selección de artículos que pueden dar una idea tanto de los retos que enfrenta el mundo del trabajo como de las soluciones específicas que proponen sindicatos, expertos, ONG y organizaciones internacionales especializadas. Recetas para seguir avanzando en el trabajo decente para todos, para que nuestra salud y seguridad en el trabajo, además de nuestros derechos digitales, sean respetados; también sobre sindicalismo adaptado a los nuevos contextos; y el estado de la regulación de la digitalización y de las nuevas tecnologías –tras su irrupción y disrupción en el mundo laboral–. Selección, por último, que pone el foco en las personas; y las personas en el centro del presente y futuro del trabajo.

Así nos repartiremos el trabajo con algoritmos y robots

Por María José Carmona

An image of a robot waiter, alongside a human waiter, at the Da Bruno Sul Mare restaurant in Marbella, Spain.

Photo: Roberto Martín

[…] Pocos oficios –dicen– serán cien por cien automatizables. Lo que seguro se automatizarán serán ciertas tareas. Las más físicas, las más reiterativas. Se calcula que el 60% de las profesiones tendrán al menos un 30% de labores automatizables. En el caso de inteligencias artificiales como ChatGPT, se prevé que puedan asumir como mínimo el 10% de algunas tareas relacionadas con el lenguaje.

“Si se dirige bien, va a ser un cambio muy positivo. Se me vienen a la cabeza todos los accidentes laborales que se pueden evitar, toda esa descarga de trabajo físico o mental de la que podemos deshacernos”, explica a Equal Times la antropóloga Bárbara Urban.

“Lo ideal es que los robots se encarguen del trabajo pesado, peligroso, tedioso y las personas que estén con ellos tengan más tiempo para formación, conciliación, trabajar menos, trabajar mejor”. En el caso de los camareros, gracias a Bellabot, éstos podrán reducir los tiempos de desplazamiento y centrarse más en los clientes.

Visto de ese modo, nos acercamos a las puertas de una nueva división del trabajo en la que no se buscará a humanos que compitan contra las máquinas. Se buscará a aquellos que sepan aportar lo que las máquinas no pueden. […]

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¡‘Youtubers’ del mundo, uníos! ¿Qué ocurre cuando un sindicato tradicional y un movimiento internacional de base formado por creadores de contenido suman fuerzas?

Por Jelena Prtorić

In 2018, YouTube content creator Jörg Sprave formed the YouTubers Union after changes in the algorithm negatively impacted the video rankings and incomes of YouTubers. Following a popular campaign, the union manage to negotiate more rights and better conditions for content creators.

Photo: True Images/Alamy Stock Photo

[…] En julio de 2019, el YTU e IG Metall lanzaron la campaña FairTube, formada por tres elementos principales: un vídeo viral de 14 minutos en el que Jörg describía por qué “parece como si YouTube ya no quisiera youtubers independientes”, una página web sobre la campaña y seis reivindicaciones para YouTube. Entre las principales herramientas de presión se encontraban la posibilidad de interponer una demanda judicial contra YouTube/Google por falsos autónomos y por violar el Reglamento General de Protección de Datos de la Unión Europea (RGPD), así como los “ataques colaborativos contra la marca” (en los cuales los youtubers trabajarían en masa con el objetivo de crear vídeos para desprestigiar a YouTube). La campaña despertó mucho interés –el tamaño del grupo de Facebook del YTU casi se duplicó durante la campaña–. YouTube declaró rápidamente que estaba lista para negociar.

Gracias a la campaña, actualmente los creadores de contenido de YouTube gozan de una mayor transparencia (ahora los algoritmos se explican minuciosamente), unas normas más claras, una mejor comunicación con YouTube y capacidad de mediación (el acceso a los altos directivos de YouTube para cuestionar las decisiones relacionadas con las cancelaciones y las desmonetizaciones) y una mayor participación (hoy en día YouTube solicita a los creadores de contenido que den su opinión sobre las innovaciones). […]

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Ante las dificultades para organizar el sector informal en la RDC, los sindicatos responden con la política de pequeños pasos

Por Bernadette Vivuya

Women sell vegetables at the central market of Virunga, Goma, eastern DRC. These workers operate in the informal sector, which accounts for an overwhelming share of the Congolese economy (between 81.5 and 97.5 per cent).

Photo: Bernadette Vivuya

El pequeño negocio de Kettya Kamin Ket, vendedora de telas tradicionales africanas en el mercado de la Libertad, en Kinshasa, situado entre el centro de la ciudad y el aeropuerto internacional de Ndjili, funciona bien. Genera suficientes ingresos para cubrir sus necesidades, e incluso tiene una empleada. Sin embargo, no siempre fue así. Hace unos años, su actividad se vio en dificultades debido esencialmente a las “trabas burocráticas”, como denominan localmente a la costumbre de los funcionarios de extorsionar a aquellos sobre los que tienen poder con el pretexto de un nuevo impuesto o de un delito imaginario. En el caso de Kettya Kamin Ket, los funcionarios locales exigieron el doble de la cantidad oficial para expedirle la licencia que necesitaba para trabajar. […]

Para Kettya Kamin Ket, la única solución era obtener ayuda. “Sola, no lograba obtener nada. La situación cambió durante una campaña de sensibilización de un sindicato en nuestro barrio”, explica. En medio de la humedad ambiente del mercado de la Libertad, donde mercancías, vendedores y clientes se agolpan en una gran nave, los representantes de la Confederación Sindical del Congo (CSC) lograron abrirse paso y hablar con algunos comerciantes. La oportunidad para escuchar las dificultades de unos y otros. “En cada una de nuestras visitas, constatamos lo mismo”, subraya Josephine Shimbi Umba, responsable del sector de la economía informal de la CSC. […]

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Por qué la artesanía es el futuro del trabajo y qué significa esto para las organizaciones y las personas

Por Laëtitia Vitaud

Craftsmanship is the exact opposite of the world of division of labour and subordination. There are several reasons to believe that craftsperson-like working conditions are set to dominate the future of work – and that we have everything to gain from it.

Photo: Flickr/McAteer

[…] Cada vez hay más trabajadores que cuestionan la división del trabajo y la subordinación. ¿Por qué infligirse esta alienación sin la seguridad que conllevaba? La “crisis de sentido” y el rechazo a “trabajos estúpidos” son expresiones de este cuestionamiento. Además, mientras que las máquinas transforman determinadas profesiones y permiten automatizar tareas repetitivas y rutinarias, el trabajo humano tiene razones adicionales para optar por los valores de la artesanía.

No defino la artesanía principalmente como un sector o una serie de profesiones manuales (panadero, quesero, carpintero o ebanista), aunque estas profesiones suelan constituir buenos ejemplos del modelo artesanal. No, la artesanía es, en primer lugar, un modelo de organización del trabajo que se define como la antítesis del modelo industrial, ese modelo anticuado en el que los trabajadores han de ser intercambiables, los productos estandarizados para una mayor fiabilidad, y en el que existe un one best way que puede reproducirse a gran escala para producir bienes o servicios en masa. […]

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Hay que negociar las dos caras de la digitalización

Por Christina Colclough

“Whilst the process of automation is nothing new, the extent and speed of it is. It has been estimated that over 300 million jobs worldwide will be severely affected by these systems.”

Photo: Victor De Schwanberg/Science Photo Library via AFP

[…] Aunque el proceso de automatización no es nada nuevo, su alcance y su rapidez sí que lo son. Esto se debe, entre otras cosas, a la introducción que se ha llevado a cabo este año, por iniciativa del sector empresarial, de sistemas de IA generativa, como ChatGPT de OpenAI y Bard de Google. Se calcula que más de 300 millones de empleos en todo el mundo van a verse gravemente afectados por estos sistemas.

Con el tiempo, esta disrupción terminará afectando a los trabajadores de todas las profesiones. En el ámbito de la educación, los docentes podrán utilizar estos sistemas para prepararse las clases o para evaluar los exámenes de sus alumnos. En el mundo del cine y los medios de comunicación, los guiones podrán escribirse, los efectos especiales diseñarse y los actores sustituirse por medio de la automatización. El periodismo podrá automatizarse, al igual que la literatura de ficción. En el sector sanitario, los planes de atención al paciente, el diagnóstico de enfermedades, e incluso los cuidadores, podrán sustituirse por máquinas. Codificadores, contables, desarrolladores de juegos… todos ellos podrían quedarse sin trabajo. Los centros de atención al cliente podrían estar completamente automatizados, al igual que los trabajos de investigación.

Sin embargo, el impacto de esta disrupción no se hará sentir por igual en todo el mundo ni a todos los niveles de competencias. Un informe reciente elaborado por la consultoría internacional McKinsey concluye que “también es probable que la adopción sea más rápida en los países desarrollados, donde los salarios son más altos y, por tanto, la viabilidad económica para adoptar la automatización se produce antes. Aunque el potencial de la tecnología para automatizar una determinada actividad laboral sea elevado, los costes necesarios para hacerlo han de compararse con el coste de los salarios de las personas”. Además señala que “la IA generativa repercute más en el trabajo intelectual asociado a profesiones con salarios y requisitos educativos más elevados que en otros tipos de trabajo”. […]

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Aída Ponce del Castillo, investigadora: “[directivos como Sam Altman] están añadiendo una nueva capa de gobernanza. ¿Cómo hacer leyes democráticas con actores tan poderosos?”

Por Marta Checa

“The current industrial revolution is invisible, immaterial and is taking place at a much faster rate. The risks of certain software are not readily apparent. Trade unions and workers have to keep a critical eye on all emerging technologies. We need to know how to ask concrete and useful questions,” says Aída Ponce del Castillo, pictured here.

Photo: Marta Checa/Equal Times

La capacidad disruptiva de toda nueva tecnología es una constante en nuestra historia; la diferencia distintiva del momento actual con otros momentos cruciales se encuentra en la velocidad a la que se implanta (la inteligencia artificial –IA–, concretamente) y la incapacidad de comprenderla (salvo si se estudia), lo que provoca un desequilibrio abismal entre quienes desarrollan esta nueva tecnología y el resto del mundo. En Europa, donde los legisladores de la UE se han lanzado a regular la IA, ¿cómo se prevé proteger al ciudadano, y más concretamente a los trabajadores? ¿Y los empleos y el medioambiente?

Hablamos con Aída Ponce del Castillo, abogada especializada en ciencia y tecnología, doctora en Derecho e investigadora de la Unidad de prospectiva del Instituto Sindical Europeo (ETUI, según sus siglas en inglés), para aclarar cómo de equipada está la actual propuesta legislativa para responder a los retos que genera la IA –sin olvidar la tecnología que venga después–. […]

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This article has been translated from Spanish.