Este año, la Conferencia Internacional del Trabajo hizo una dura advertencia al Gobierno de Belarús: los Gobiernos y los empleadores apoyaron de forma abrumadora la propuesta sindical de invocar el artículo 33 de la Constitución de la OIT por las violaciones de la libertad sindical cometidas por el régimen de Lukashenko, en particular el encarcelamiento de dirigentes y personal sindicales.