China: Nuevo informe de la CSI sobre las normas fundamentales del trabajo

Un nuevo informe de la CSI sobre las normas fundamentales del trabajo en la República Popular de China, cuya publicación coincide con la revisión de sus políticas comerciales por parte de la Organización Mundial del Comercio (OMC), ha concluido que es necesario tomar más medidas para que se cumplan los compromisos que China adoptó cuando pasó a formar parte de la OMC.

China ha ratificado sólo cuatro de los ocho Convenios fundamentales del trabajo de la OIT. El informe señala que los sindicatos chinos deben estar afiliados a la ACFTU, y que cualquier intento por establecer sindicatos independientes se ve sistemáticamente reprimido. Aunque se han llevado a cabo esfuerzos para promover los sistemas de consulta salarial colectiva, el derecho a la negociación colectiva está severamente restringido y muchos trabajadores chinos no están cubiertos por convenios colectivos. A pesar de la falta del derecho de huelga, salvo en los casos de “interrupción laboral por razón de salud y seguridad”, muchos trabajadores participan en acciones laborales para protestar por cuestiones que llevan mucho tiempo sin resolverse, para reclamar los salarios que no les han pagado y para exigir mejores condiciones laborales y salariales. Las acciones industriales y las protestas se han venido incrementando en los últimos años.

El informe de la CSI considera que la discriminación institucionalizada contra los trabajadores migrantes procedentes de áreas rurales sigue siendo un grave problema a pesar de la reciente legislación. Los trabajadores migrantes que viven en las ciudades sin estar registrados, no tienen acceso a servicios públicos como la educación para sus hijos. La discriminación en base al género está prohibida por la ley, pero en la práctica las mujeres no están remuneradas de manera equitativa y tienen mayor tendencia a estar empleadas en sectores no cualificados y de mano de obra intensiva. Además, las minorías étnicas y las personas que padecen VIH/SIDA y hepatitis B son con frecuencia víctimas de discriminación en materia de remuneración y acceso al empleo, la educación y los servicios públicos.

Pese a que la legislación nacional estipula que los niños menores de 16 años no pueden trabajar, el informe concluye que el trabajo infantil es un serio problema en China. Los niños están empleados en ocasiones en las peores formas de trabajo infantil. Los programas de prácticas laborales, subvencionados por las escuelas, suelen terminar en situaciones de trabajo infantil forzoso.

El trabajo forzoso está prohibido, y sin embargo se practica en empresas comerciales. China impone el trabajo forzoso en las cárceles como forma de “reeducación mediante el trabajo”, y existe un sistema parecido de trabajo forzoso para la “rehabilitación”, vigente para los drogadictos. La trata de personas está legalmente prohibida pero continúa siendo un grave problema en el país. No se han observado muchos progresos en cuanto a la persecución de los responsables de la trata de personas y en la protección y asistencia de las víctimas de esta práctica que afecta a mujeres, hombres y niños.


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