Descrito como el “buque insignia corporativo” del Banco Mundial, B-Ready se presenta como un índice que pretende evaluar anualmente el clima empresarial y la inversión en 180 economías del mundo.
Sin embargo, en un análisis de la CSI se detalla la deficiente metodología y el sesgo ideológico subyacente en el proyecto, que promueve los salarios bajos y el trabajo precario y socava la imprescindible protección social y los resultados económicos sostenibles que, en su conjunto, garantizan una prosperidad compartida para los trabajadores y las trabajadoras.
El secretario general en funciones, Luc Triangle, ha declarado: “El proyecto B-Ready del Banco Mundial allana el camino para las empresas a expensas de los trabajadores. Aunque hace un seguimiento de algunos derechos fundamentales clave para los trabajadores, la idea central de la estrategia es debilitar las protecciones y dejar a los trabajadores en una situación vulnerable a la explotación.
“El Banco necesita un enfoque distinto que equilibre adecuadamente los intereses de las personas que proporcionan los bienes y los servicios que impulsan las economías locales y globales, en lugar de promover una carrera a la baja en lo que respecta a las condiciones de trabajo.
“Por lo visto no se ha aprendido ninguna lección valiosa de los exámenes externos del desacreditado informe Doing Business. Estamos dispuestos a entablar un diálogo con el Banco Mundial para ayudar a corregir los fallos de B-Ready y garantizar que refleje plena y fielmente todas las facetas del mundo empresarial, en particular los intereses y necesidades de los trabajadores y las trabajadoras y los objetivos del nuevo contrato social”.