El proyecto ha creado un servicio jurídico en el seno de la CGTP y forma a dirigentes sindicales para que establezcan a su vez en sus propios sindicatos un servicio jurídico básico.

Al redactar el proyecto, ni los peruanos ni los belgas pensaron que serviría para sacar de prisión a sindicalistas y lanzar una serie de procesos contra los empleadores. La ley que criminaliza la protesta social conduce en efecto a muchos sindicalistas tras las rejas.

El clima antisindical empuja a los empleadores a despedir a todo trabajador que haya firmado para el establecimiento de un sindicato de empresa o que tenga la intención de crear uno. Esos mismos empleadores impiden asimismo la creación de federaciones sectoriales.

El proyecto trabaja con sindicatos piloto como el de Prosegur, la multinacional española de seguridad privada reputada por explotar a sus trabajadores en América Latina.

En 2014, en Colombia y Perú, los sindicalistas fueron víctimas de agresiones por atreverse a presentar reclamaciones. Un miembro del personal de seguridad de transporte de fondos colombiano reclamaba sencillamente un chaleco antibalas…

Juntos, somos más fuertes: la CG FGTB se ha sumado a la campaña de UNI Global Union para exigir a Prosegur el respeto de los derechos de los trabajadores y mejores condiciones de trabajo.

En Perú, gracias al apoyo del proyecto de la FGTB de Bruselas-IFSI, la abogada de la CGTP, Gisella Figueroa, además coordinadora del proyecto, ha llevado a cabo con éxito negociaciones.

El 24 de julio de 2015, el sindicato Prosegur firmó un convenio colectivo reconociendo buena parte de las reivindicaciones de los trabajadores.