Túnez: la subida de los tipos de interés estruja a los trabajadores, consumidores y negocios locales

El Gobierno tunecino debería combatir la evasión fiscal, los flujos financieros ilícitos y la explotación laboral en lugar de aumentar los tipos de interés y seguir políticas del FMI que machacan a los consumidores, a los trabajadores y a los negocios locales, según la CSI.

La decisión del Banco Central de Túnez de aumentar los tipos de interés al 6,75% llega en un momento de penurias económicas para los tunecinos. La inflación alcanzó el 7,7% a finales de mayo, los salarios del sector público se han congelado y los impuestos sobre el consumo han aumentado.

“En los últimos años, las subidas de los tipos de interés no han conseguido reducir la inflación. Este aumento va a ralentizar aún más la vacilante economía tunecina, provocando mayores dificultades”, ha expresado Sharan Burrow, Secretaria General de la CSI.

El Fondo Monetario Internacional ha fomentado la subida de los tipos de interés al tiempo que solicita al Gobierno tunecino abrir completamente su mercado de divisas para atraer inversión extranjera. Pero la iniciativa también supone unos tipos más altos para los pequeños negocios locales con potencial para crear empleo.

Según Noureddine Tabboubi, Secretario General de la central sindical tunecina UGTT, “esta medida repercute de manera negativa en la inversión y el crecimiento, lo cual va a agravar la actual crisis económica y seguirá menoscabando el ya deteriorado poder adquisitivo de los trabajadores”.

La CSI solicita al Gobierno tunecino que ponga fin a la evasión fiscal y a los flujos financieros ilícitos y que luche contra la explotación de los trabajadores y trabajadoras de la economía informal. También debería evitar el despido de funcionarios recomendado en su día por el FMI.

“El Gobierno debería establecer unas políticas fiscales y monetarias que favorezcan la creación de empleo y sigan desarrollando la economía local, y la comunidad internacional, incluido el FMI, ha de apoyar este proyecto”, concluye Burrow.