Esther Lynch fue obligada a abandonar el país por intervenir en una concentración organizada por la central sindical Union générale tunisienne du travail (UGTT), afiliada a la CSI, en protesta por el fracaso de las políticas de Saied, por la oleada de actuaciones antisindicales que están llevando a cabo las autoridades, y por la detención de Anis Kaabi, delegado de la UGTT, que fue arrestado el 31 de enero tras participar en una huelga.
Desde su elección en 2019, Saied ha erosionado y eliminado instituciones clave de la democracia y se ha arrogado todo el poder. Sus políticas han hecho muchísimo daño a la economía, a la sociedad y a la vida cotidiana de los trabajadores y las trabajadoras de Túnez.
Owen Tudor, secretario general adjunto de la CSI, ha declarado: “Esta expulsión constituye una flagrante injerencia en las actividades legítimas de sindicalistas que ejercen su derecho a la libertad sindical en virtud del derecho internacional.
“Y va a dañar aún más la reputación internacional del régimen de Kais Saied en un momento en que el país necesita apoyo internacional debido al fracaso de sus políticas.
“Le pedimos que libere a Anis Kaabi, que respete los derechos fundamentales, en particular las libertades sindicales, y que reemplace su postura autocrática por un enfoque respetuoso con el pueblo tunecino y sus derechos democráticos. Los problemas que Túnez tiene actualmente solo pueden resolverse mediante la democracia, el diálogo, la cooperación y la negociación con los sindicatos”.