Trabajo decente para todos: los sindicatos se alegran por las conclusiones del Consejo Europeo

La CSI y la Confederación Europea de Sindicatos (CES) declararon hoy su satisfacción por el hecho de que el Consejo de la Unión Europea adoptara un documento político sobre trabajo decente, en el que se estipula que el mismo debe constituir la base para una estrategia coherente y abarcadora de la UE destinada a hacer realidad el trabajo decente tanto dentro de la UE como en el resto del mundo.

Bruselas, 5 de diciembre de 2006 (CSI EnLínea): La CSI y la Confederación Europea de Sindicatos (CES) declararon hoy su satisfacción por el hecho de que el Consejo de la Unión Europea adoptara un documento político sobre trabajo decente, en el que se estipula que el mismo debe constituir la base para una estrategia coherente y abarcadora de la UE destinada a hacer realidad el trabajo decente tanto dentro de la UE como en el resto del mundo.

“Como primer paso de la promoción del programa sobre trabajo decente en todo el mundo debemos estipular las mismas normas de empleo en todo Europa, con el fin de evitar que las empresas hagan que los trabajadores y trabajadoras de los distintos países compitan entre sí”, dijo John Monks, Secretario General de la CES, quien agregó: “No podemos hablar de un programa sobre trabajo decente en un vacío. La planta Forest de Volkswagen de Bélgica es un ejemplo. Queremos que se tomen medidas específicas con respecto a esto y hemos pedido que cuando haya casos de reestructuración dentro de Europa se ponga a disposición el Fondo Europeo de Mundialización. Además, necesitamos que Europa tenga una adecuada política industrial.”

“Nos alegramos mucho por el apoyo que dio el Consejo a la mundialización del trabajo decente a través del sistema multilateral”, dijo Guy Ryder, Secretario General de la CSI. “Ahora es necesario que se apuntalen esas conclusiones con medidas concretas, que incluyan la incorporación del respeto del trabajo decente a la OMC, el FMI y el Banco Mundial. Al mismo tiempo, la UE debe garantizar que las posiciones de negociación que tome en las conversaciones comerciales no socaven la situación de los centenares de miles de trabajadores y trabajadoras de los países en desarrollo. Si la OMC los obliga a acabar con sus barreras arancelarias, esos trabajadores corren el riesgo de perder sus empleos debido a la mayor competencia internacional con países como China.”

Monks agregó: “En sus relaciones bilaterales y en los acuerdos de asociación económica, la Unión Europea debe hacer mayor hincapié en que haya fuertes compromisos de respetar los derechos de los trabajadores y de establecer estructuras duraderas para llevar a cabo consultas significativas con los sindicatos. A través de su SGP, la UE debe hacer que los países beneficiarios realmente respeten los derechos de los trabajadores y estar dispuesta a retirar los beneficios correspondientes a los países que no lo hacen, como Belarús.”
La CSI, fundada el 1 de noviembre, representa a 168 millones de trabajadores de 153 países y territorios y cuenta con 304 afiliadas nacionales.
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