Integración económica de las mujeres

El programa de la CSI se centra en la plena participación de la mujer en pie de igualdad y su acceso a puestos de liderazgo en general. La tasa de participación de la mujer en la mano de obra global es inferior al 50%, y los cuidados no remunerados que efectúan se han incrementado hasta representar el 9% del PIB global. Persiste la segregación laboral y la infravaloración del trabajo de las mujeres, al igual que la brecha salarial y de pensiones resultante.

Invertir en cuidados resulta prioritario para incrementar la participación de mujeres en el mercado laboral y su acceso a empleos decentes. La brecha salarial de género sigue siendo del 23%, y la inversión en servicios de cuidados públicos de calidad y la protección social, la promoción de salario igual salario por trabajo de igual valor, así como la introducción de salarios mínimos vitales, con una negociación colectiva más fuerte, siguen siendo las soluciones para eliminar esta discriminación.

Las mujeres siguen disfrutando en promedio de apenas tres cuartas partes de las protecciones legales con que cuentan los hombres durante su vida laboral, y tan solo seis países establecen igualdad de derechos y protección. La discriminación va desde la prohibición de acceder a ciertos empleos hasta la falta de equidad salarial o de protección frente al acoso sexual, e incluye tanto la legislación familiar como derechos de propiedad y otras libertades o derechos.

La CSI está comprometida a lograr la eliminación de la violencia de género en el mundo del trabajo. Este es un punto focal en torno al que se organizan las mujeres, a fin de lograr justicia legislativa y laboral.