Guinea: El sindicalismo internacional ejerce presión sobre las autoridades

La Confederación Sindical Internacional (CSI) reitera su profunda preocupación por la situación existente en Guinea. Cuando el lunes la intersindical guineana estaba reunida en Conakry para hacer un balance de la sangrienta represión que dejó un saldo de por lo menos treinta muertos, sus dirigentes fueron una vez más convocados al palacio del Presidente Lansana Conté, para la tarde del martes.

Bruselas, 24 de enero de 2007: La Confederación Sindical Internacional (CSI) reitera su profunda preocupación por la situación existente en Guinea. Cuando el lunes la intersindical guineana estaba reunida en Conakry para hacer un balance de la sangrienta represión que dejó un saldo de por lo menos treinta muertos, sus dirigentes fueron una vez más convocados al palacio del Presidente Lansana Conté, para la tarde del martes. La CSI está estudiando cuáles son las medidas necesarias para obligar al gobierno de Guinea a acabar con la violencia y entablar un diálogo constructivo y abierto con los sindicatos y la sociedad civil. Fuentes sindicales informan que debido a la represión habrían muerto por lo menos 42 personas desde que comenzara la huelga general, el 10 de enero.

El lunes, varias decenas de sindicalistas –entre ellos los Secretarios Generales de las organizaciones afiliadas de la CSI en ese país- fueron detenidos por los boinas rojas de la guardia presidencial, quienes también saquearon la Bolsa de Trabajo, sede de los sindicatos guineanos. Según fuentes informativas de la CSI de Conakry, los últimos sindicalistas detenidos fueron liberados el martes a comienzos de la tarde. Varios de ellos fueron a la Bolsa de Trabajo y se encontraron con que estaba devastada. Los soldados de la guardia presidencial habían destruido las computadoras y otras cosas o se las habían llevado. Durante todo el día, delegaciones de abogados, magistrados y autoridades religiosas de Guinea se hicieron presentes para verificar personalmente los destrozos, como así también embajadores de la Unión Europea, Alemania (que preside la UE) y Estados Unidos. Se confirmó que varios sindicalistas fueron golpeados duramente. Ibrahima Fofana, Secretario General de la Unión Sindical de Trabajadores de Guinea (USTG), tiene una herida en un ojo mientras que Rabiatou Sérah Diallo, su par de la Confederación Nacional de Trabajadores de Guinea (CNTG), recibió golpes en la nuca y en los riñones.

El martes por la mañana, varios centenares de participantes del Foro Social Mundial que se lleva a cabo en Nairobi (Kenya) se adhirieron a una manifestación sindical. Ésta hizo una marcha siguiendo una pancarta en la que se reclamaba “Solidaridad con los trabajadores de Guinea –En defensa de la democracia y de los derechos de los trabajadores”. El martes por la tarde, una delegación sindical se entrevistó con la Embajadora de Francia en Nairobi, Elisabeth Barbier, quien les comunicó la “preocupación” de su gobierno. Se sigue tratando asimismo de conseguir una entrevista con el Presidente de Kenya, Mwai Kibaki, para entregarle una declaración que las organizaciones sindicales regionales africanas asistentes al Foro adoptaron esta mañana. En dicha declaración, adoptada en nombre del movimiento sindical panafricano, se reclaman sobre todo y “con urgencia negociaciones incondicionales, francas y sinceras con los trabajadores y trabajadoras, a fin de evitar que tengan que continuar sufriendo, dada la crisis sin precedentes en la que ya están sumidos”. Esta declaración también se iba a presentar al final de la tarde ante la Unión Africana (UA).

En Ginebra, representantes de la CSI reanudaron sus contactos con el grupo de países africanos pertenecientes a la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y con la Embajadora de la UA ante las Naciones Unidas. En Bruselas, la CSI siguió manteniendo durante todo el día consultas con sus organizaciones afiliadas de Guinea, como así también del nivel africano y europeo, con el fin de proponer una lista de medidas a los acreedores internacionales, entre ellos la Unión Europea (UE), el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. Entre las medidas que se estudian está una suspensión de la ayuda estructural y un congelamiento de los haberes en el extranjero de los más altos dirigentes guineanos. En diciembre pasado, la UE había anunciado que desbloqueaba un tramo de ayuda del 9º. Fondo Europeo de Desarrollo (FED), suspendido en abril de 2005 a raíz de una “deterioración en Guinea de los principios democráticos y del estado de derecho”. La decisión de reanudar la ayuda europea se basaba en un acuerdo entre el poder y la oposición con respecto a elecciones democráticas que debían tener lugar en junio de 2007 y a los progresos realizados en lo concerniente a la libertad de prensa y a la reforma del sistema judicial y del sistema penitenciario. La CSI estima que “la injerencia del Presidente Conté en el ámbito judicial, la corrupción existente en las más altas esferas del poder y la malversación generalizada de fondos van en contra del optimismo de la Unión Europea”.

De acuerdo con las afiliadas guineanas de la CSI, Guy Ryder, su Secretario General, declaró hoy al mediodía, a su regreso de Nairobi, que “la CSI está decidida a respaldar con todas sus fuerzas al legítimo movimiento de protesta de los sindicalistas guineanos”. Subrayando que la huelga general había sido convocada “por transparentes reivindicaciones sociales y económicas”, Guy Ryder agregó que “el gobierno de Guinea es totalmente responsable de una represión que abrumó a la comunidad sindical del mundo entero”. Afirmó asimismo su determinación de encabezar “personalmente y lo más pronto posible” una misión de la CIOSL que iría a Guinea y manifestó su esperanza de que la misma se lleve a cabo “en estrecha colaboración con el más alto nivel de la Oficina Internacional del Trabajo (OIT)”.

La CSI, fundada el 1 de noviembre de 2006, representa a 168 millones de trabajadores de 153 países y territorios y cuenta con 304 afiliadas nacionales.

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