Cuando los trabajadores crearon su sindicato el 4 de agosto, la empresa despidió inmediatamente a seis de los representantes electos, lo que provocó, el 2 de septiembre, una huelga de advertencia de los trabajadores. La empresa despidió entonces a otros trabajadores más, tras lo cual todos los trabajadores iniciaron una huelga a gran escala, y varios también hicieron huelga de hambre.
"La represión de estado de Georgia a la libertad sindical es cada vez peor. Este Gobierno se comporta como una dictadura totalitaria, y la comunidad internacional no debe tolerarlo", afirmó la Secretaria General de la CSI, Sharan Burrow.
Para más información, consulte la carta de protesta enviada al presidente Saakashvili