Alentados por las revoluciones de Túnez y después de Egipto, los jóvenes mauritanos también han puesto en marcha un movimiento de movilización por el cambio, denominado 25 de febrero. Tres centrales sindicales (CGTM, CNTM y CLTM*), que denuncian incesantemente las graves violaciones de los derechos de los trabajadores, animan a la población a salir a las calles y están decididas a hacer que el Gobierno afronte por fin sus responsabilidades. Abdallahi Ould Mohamed, más conocido como Nahah, Secretario General de la Confédération Générale des Travailleurs de Mauritanie (CGTM), nos explica las causas de esta lucha y la esperanza de cambio que alienta hoy en día a su país, con una fecha clave a la vista: la movilización del 11 de marzo.

¿Cómo describiría usted la situación social actual en Mauritania?

La situación social en Mauritania se caracteriza en estos momentos por una degradación sin precedentes de las condiciones de vida de los pueblos en general y de los trabajadores en particular, debido esencialmente a un escaso poder adquisitivo, a una escalada sucesiva y repetida de los precios de los productos alimenticios de base como el arroz, el azúcar y el aceite.

Paradójicamente, frente a esta situación, el Gobierno parece complacerse en su actitud de rechazo sistemático a negociar o a dialogar con las organizaciones sindicales de los trabajadores, a pesar de los múltiples llamamientos a la apertura de las negociaciones. Las autoridades aplican la política del avestruz: su respuesta a las diversas interpelaciones es llevar a cabo simulacros de encuentros con determinadas organizaciones partidarias del Gobierno, que ni siquiera están interesadas por las cuestiones planteadas. Esta situación refuerza aún más el malestar entre los trabajadores que siguen siendo víctimas de empleos precarios, de unos salarios muy bajos, de la falta de cobertura social, de la subcontratación, del carácter informal de las relaciones de empleo y de la soberana ignorancia con respecto a las organizaciones sindicales representantes de los trabajadores.

A pesar de eso, el Gobierno multiplica los contratos acordados a las multinacionales que saquean las riquezas minerales del país mientras que los pueblos se pudren en la pobreza (cuyo umbral es del 46 al 52%) y se estancan en el desempleo juvenil (del 35 al 40%).

¿Qué impacto han tenido en su país las revoluciones de Egipto y Túnez y las revueltas en Libia y otros países árabes?

Se trata de movimientos que en Mauritania se siguen con especial interés y que suscitan la admiración y simpatía de los pueblos en general y de los jóvenes en particular que han comenzado a organizarse y a manifestarse tanto en Nuakchot como en determinadas localidades del interior, como Ayoun y Fassala-Nere, para exigir el respeto de la democracia, la mejora de las condiciones de vida e incluso el cambio de régimen político. A presente se ha creado un enorme movimiento de movilización juvenil, denominado 25 de febrero, que reagrupa todas las corrientes de pensamiento y que se refuerza a cada movilización.

Ampliamente retransmitidas por la cadena de televisión El jazzera, que cuenta con una gran audiencia en Mauritania, las revoluciones egipcias, tunecinas, etc. animan las discusiones y han permitido devolver la confianza a las masas de los países árabes y la posibilidad de cambiar su destino por medio de las luchas para expulsar a los déspotas y a los dictadores que gobiernan nuestros Estados. Estos movimientos esporádicos van a ir ciertamente a más, puesto que las redes sociales se están fortaleciendo cada vez más. El horror que se desprende de las masacres de civiles en Túnez, en Egipto y ahora en Libia, a un nivel tan espantoso, ha empujado a la población a escoger entre el campo de las fuerzas patrióticas y las fuerzas de la dictadura. El impacto en la historia de nuestros países será considerable.

¿Cuál es el rol de las organizaciones sindicales mauritanas en la movilización actual por el cambio?

Las centrales sindicales que son la Confédération Générale des Travailleurs de Mauritanie (CGTM), la Confédération Libre des Travailleurs de Mauritanie (CLTM) y la Confédération Nationale des Travailleurs de Mauritanie (CNTM) han contribuido enormemente a las movilizaciones populares por el cambio, organizando mítines y marchas a Nuakchot, la capital, así como a Nuadibú, la capital económica y a Zuerat, centro metalífero.

Además han previsto extender estas movilizaciones a todo el país por medio de mítines y marchas que tendrán lugar el 11 de marzo de 2011. Las tres centrales han mantenido asimismo reuniones con determinadas organizaciones de la sociedad civil que comparten las mismas reivindicaciones y las mismas luchas que ellas.

¿Cómo reaccionan las autoridades mauritanas?

El Gobierno está incómodo ante la amplitud y la determinación de los movimientos sociales en el Magreb y en Oriente Próximo, de modo que el Primer Ministro ha hecho una aparición mediática anunciando medidas como la construcción de 100.000 viviendas sociales. El Ministro del Petróleo, por su parte, también ha anunciado una disminución de los precios del carburante, algo que, hasta el momento, no ha sucedido.

Por otra parte, los dirigentes están aterrados porque la base de la financiación de sus programas de desarrollo depende de las inversiones de Libia, pero las revueltas que están teniendo lugar hacen que esta situación pase a ser hipotética. Es público y notorio que Gadafi jugó un papel importante en el fracaso del retorno al orden constitucional en Mauritania al haber sido el apoyo del golpe de Estado militar del 6 de agosto de 2008.

Por otra parte las manifestaciones organizadas por los jóvenes no han sido reprimidas e incluso los medios de comunicación públicos las han retransmitido, lo cual demuestra de nuevo la confusión de las autoridades con relación al movimiento.

Por último, el Gobierno ha abierto tiendas de abastecimiento de productos básicos, pero sólo venden al pormenor, así que los habitantes se ven obligados a hacer cola durante horas para comprar unos cuantos kilos para el consumo diario.

¿Cuáles son las reivindicaciones prioritarias dirigidas al Gobierno mauritano?

El movimiento de la juventud ha formulado una serie de reivindicaciones concernientes a las reformas fundamentales tanto en el plano político y económico como en el social.

En cuanto a lo que les concierne más concretamente, los sindicatos exigen, para empezar, un aumento de los salarios, una revalorización del SMIG (Salario Mínimo Interprofesional Garantizado) así como la supresión del Impuesto sobre sueldos y salarios.

Desde el punto de vista de la seguridad social y sanitaria, reclamamos una revalorización de las pensiones, una revisión de las disposiciones y del modo de funcionamiento de la Caja Nacional del Seguro de Enfermedad, un aumento de las prestaciones familiares y la creación de un seguro de desempleo.

Las reformas deseadas en materia de legislación laboral no escatiman tampoco ningún aspecto: Código Laboral, Estatuto general de la Función Pública, convenios colectivos generales, convenios sectoriales, convenios colectivos sobre el trabajo marítimo, sin olvidar la conclusión de los nuevos convenios colectivos del trabajo. A esto hay que añadir también la voluntad de elaborar una Política para la formación profesional.

Y nuestras reivindicaciones no acaban ahí, puesto que reclamamos también la instauración de un diálogo social gracias a la creación de un marco permanente de concertación, la elaboración de una política de viviendas sociales para los trabajadores, la implicación de estos últimos en la gestión de las empresas públicas, una supresión de la codificación legislativa concerniente a la subcontratación, la prohibición de alquilar mano de obra y una revisión de las políticas de empleo.

¿Podría darnos ejemplos recientes de violaciones de derechos sindicales que ustedes denuncian?

Puedo citarle varios. En primer lugar, la conminación realizada por una autoridad regional a los directores de establecimientos secundarios de no mantener relaciones profesionales con el sindicato nacional de la enseñanza secundaria afiliado a la CGTM. A continuación, la negativa de las administraciones públicas y parapúblicas a proceder a la organización de elecciones de delegados del personal, la exclusión de la CGTM de la delegación oficial mauritana para la Conferencia Internacional del Trabajo en Ginebra de junio de 2010, la negativa del ministerio fiscal de recibir los dossiers de los sindicatos y federaciones profesionales afiliados a la CGTM para su registro, mientras continúa concediendo documentos de reconocimiento oficial a centrales sindicales. Y también está la ausencia de las organizaciones sindicales en los medios de comunicación públicos e incluso los despidos masivos de trabajadores a causa de su participación sindical en la CGTM.

Hoy día, ¿cuáles son sus objetivos en términos de solidaridad por parte del movimiento sindical internacional?

Nosotros queremos que persevere en la dirección de la Confederación Sindical Internacional (CSI) que intenta dar a conocer mejor la situación social y los problemas de las violaciones de los derechos sindicales en Mauritania.

Esperamos que las conclusiones de la Conferencia de Organizaciones sindicales de los Países árabes de abril de 2010 en Túnez, organizada por la CSI, se concreticen por medio de la consolidación institucional de las organizaciones sindicales árabes así como mediante el papel que éstas desempeñan actualmente en las movilizaciones sociales.

Por último, querríamos hacer que los Gobiernos del Norte apoyen las aspiraciones legítimas de los pueblos que luchan con valentía y coraje contra las dictaduras y por una verdadera democratización de los países árabes.

Entrevista realizada por Anne-Catherine Greatti, con N.D.

* La Confédération Générale des Travailleurs de Mauritanie (CGTM), la Confédération Libre des Travailleurs de Mauritanie (CLTM) y la Confédération Nationale des Travailleurs de Mauritanie (CNTM) son las tres afiliadas de la CSI.