"Trabajar por la paz y el respeto del derecho internacional son las principales responsabilidades confiadas a la CSI por nuestras organizaciones miembros de todo el mundo, y vamos a dar prioridad a este tema en nuestra próxima reunión del Consejo General. Convencer a los gobiernos de Israel y Palestina de reanudar negociaciones de paz significativas es de vital importancia, como lo es el pleno apoyo de la comunidad internacional", afirmó la Secretaria General de la CSI, Sharan Burrow.

La política adoptada por la CSI en su Congreso Mundial en Vancouver, en el mes de junio, establece claramente las medidas que deben tomarse y los parámetros para garantizar una paz global entre Israel y Palestina sobre la base de una convivencia en condiciones de seguridad para los dos Estados soberanos, independientes y viables. La plena aplicación de la Resolución 242 (1967), que reconoce las fronteras de 1967, y la Resolución 338 (1973), es fundamental para el logro de una paz justa y duradera.

La CSI se continuará trabajando con sus afiliadas directamente interesadas para garantizarles el máximo apoyo a su acción por la paz.

A la par de la resolución de las diversas cuestiones políticas que lo requieren, deben incrementarse las medidas para garantizar el desarrollo económico de Palestina. Los trabajadores deben tener la seguridad de un trabajo decente, sobre todo porque el empleo es esencial para la viabilidad a largo plazo de un Estado palestino. La intención de la Autoridad Palestina de establecer leyes de protección laboral y social, invertir en puestos de trabajo y establecer instituciones básicas, es alentadora. Con este fin, la CSI hace un llamamiento a todos los gobiernos y organizaciones internacionales para que apoyen al Presidente Abbas y a los ministros de la Autoridad Palestina.

El fin de los asentamientos ilegales, la libertad de circulación dentro de su propia tierra y la seguridad de ingresos son elementos fundamentales de la dignidad humana, y la CSI respalda y apoya la labor de la PGFTU a favor de los trabajadores y trabajadoras palestinos y sus familias.
Ya es hora de negociar seriamente.