Entrevista Primer Plano con el galardonado líder sindical Wellington Chibebe (ZCTU-Zimbabwe) - VIDEO

Las mejoras son sólo superficiales, el acoso político antisindical sigue presente

Denunciando el acoso político del que continúan siendo víctimas los sindicalistas, Wellington Chibebe, Secretario General del Zimbabwe Congress of Trade Unions (ZCTU), se alegra por el adelanto del proceso de la Comisión de Encuesta de la OIT (1). Temiendo una vuelta a la violencia al aproximarse las elecciones presidenciales, nos confía sin embargo su ambición de rejuvenecer y conseguir una mayor participación femenina en el movimiento sindical de Zimbabwe, y de obtener por fin las libertades individuales, preludios de la mejora económica. Chibebe recibió el 11 de octubre el primer Premio Internacional Arthur Svensson de manos del sindicato noruego “Industri Energi”, en reconocimiento a su destacado aporte a los derechos y al bienestar de los trabajadores y trabajadoras.

¿Cuál es la situación a la que se enfrentan los sindicatos en Zimbabwe en estos momentos, tras dos años de Gobierno de coalición entre el Presidente Robert Mugabe y el Movimiento por el Cambio Democrático?

La situación es desesperada debido a la economía no productiva. Teníamos esperanzas de que con la introducción de una nueva moneda y con la llegada del nuevo gobierno, que es un gobierno inclusivo, las cosas mejorarían. Sin embargo los sindicatos se están viendo muy perjudicados porque las cotizaciones sindicales son bastante escasas, por el simple hecho de que los empleadores están negándose a entablar negociaciones salariales. Y cuando deciden entablar negociaciones salariales, se niegan a cumplir los acuerdos. Encima el Gobierno ha declarado que debería haber una moratoria en términos de negociaciones salariales. De manera que la situación está bastante difícil para los sindicatos.

¿Y los sindicatos siguen siendo víctimas del acoso político?

Aunque a primera vista las cosas parezcan haber mejorado, nos seguimos enfrentando al acoso político. Quizás recuerde usted que en este último año y medio varios de nuestros activistas han sido arrestados, y las actividades del ZCTU han sido prohibidas por la policía hasta el punto de tener que dirigirnos al Tribunal Supremo para poder llevar a cabo eventos como la conmemoración del Día de la Salud y la Seguridad en Kwekwe, por ejemplo. También está el arresto de Lovemore Matombo (Presidente del ZCTU) en noviembre, y los disparos contra activistas y trabajadores que estaban protestando por el impago de sus salarios en Shabanie.

¿De modo que las cosas no han mejorado mucho con el Gobierno de coalición?

No, en absoluto. Las cosas han mejorado parcialmente, pero sólo de forma superficial. Eso no puede llamarse mejora, porque el problema está en que mientras los líderes políticos van por ahí diciendo que las cosas están mejorando, en el plano de las estructuras o de las infraestructuras relativas a los “securócratas”, es decir las Fuerzas Armadas y el sector de la seguridad, la situación sigue siendo la misma porque se trata de la mismas personas que solían acosar a la gente y de las mismas personas que ocupan los mismos puestos. Hay individuos que han sido de hecho ascendidos por haber torturado a activistas de los derechos humanos. La CSI se acaba de reunir en su primera conferencia en Zimbabwe, cuyo objetivo era examinar las conclusiones de la Comisión de Encuesta de la OIT. Ésta reveló que se estaban produciendo amplias violaciones de los derechos sindicales.

¿Qué importancia ha tenido la reunión de la Comisión de Encuesta y la CSI para los sindicatos zimbabwenses?

Para nosotros ha sido bastante crucial que la OIT pusiera en marcha la Comisión de Encuesta. Le rendimos homenaje, celebramos el establecimiento de la Comisión de Encuesta. Y también nos alegra saber que lo que estábamos alegando, o lo que anteriormente habían sido alegaciones, han llegado a ser verdad. La Comisión de Encuesta estableció los hechos y los comprobó, concluyendo que lo que el ZCTU estaba diciendo era efectivamente verdad. También estamos contentos, hasta cierto punto, de que el Gobierno haya aceptado el resultado y prometido implementar las recomendaciones de la Comisión de Encuesta. El que lo hagan o no, es otra cosa, conociendo la manera que tiene nuestro gobierno de funcionar... Pero estamos por otro lado entusiasmados por el hecho de que la CSI haya conseguido llevar a cabo una conferencia de seguimiento aquí en Harare y nos sentimos también muy animados por las conclusiones y recomendaciones de esta conferencia celebrada los días 28 y 29 de septiembre. Esperamos, si logramos continuar supervisando el programa y el proceso, que las conclusiones del informe de la Comisión conduzcan a resultados concretos. El Gobierno de Zimbabwe tiene historial de haber ignorado la opinión internacional y de no cumplir sus promesas.

¿Se siente usted ahora más seguro de que esta vez el Gobierno vaya implementar las recomendaciones de la Comisión de Encuesta?

Digamos que nos sentimos animados por un optimismo cauto. Quizás no seamos demasiado optimistas, pero esperamos – dado que el Gobierno ha aceptado por adelantado el informe, y sabiendo de sobra que cada mes de junio estaremos en Ginebra para la Conferencia de la OIT y que la cuestión está sobre la mesa – que el Gobierno sea, por una vez, capaz de llevar a cabo las recomendaciones. Por eso ya han empezado a tomar ciertas medidas dirigidas a abordar algunas de las cuestiones planteadas en el informe. Parece que el año que viene habrá elecciones.

¿Hasta qué punto les preocupa que se repita la violencia que arruinó las últimas campañas electorales?

Estamos muy preocupados, tanto más porque hace poco, durante el proceso de elaboración de la Constitución, se registró cierta violencia. Además hay que tener en cuenta que los políticos, sobre todo el Presidente Robert Mugabe, no van a querer tirar la toalla, y que hasta ahora han estado utilizando la violencia como herramienta para ganar las elecciones. Creemos que las elecciones van a ser sangrientas y estamos sumamente preocupados por el riesgo de que puedan degenerar en algún tipo de situación caótica. Pero por desgracia no podemos evitar las elecciones simplemente por la violencia del pasado. Las elecciones han que llevarse a cabo en su debido momento. De lo contrario, si seguimos temiendo la violencia, eso significa que los perpetradores que continúan haciendo uso de ella, sabiendo de sobra que la gente tiene miedo, seguirán utilizándola como herramienta. De modo que estamos preparados para enfrentarnos a esto, o morder el polvo, por así decirlo, cada vez que haya elecciones. Nuestra postura como ZCTU ha sido decir que las elecciones deberían ser solamente elecciones presidenciales, porque nunca surgió ninguna contestación con respecto a las elecciones parlamentarias ni con respecto a las elecciones locales. La contestación no era más que con relación a los resultados de las elecciones presidenciales, y por tal razón esa es la única posición que ha de estar sujeta a elecciones. Pero nos preocupa que quieran celebrar elecciones armonizadas. La duración del mandato del actual parlamento es hasta 2013, de manera que esperamos que se permita que concluya la legislatura. El proceso de redacción de una nueva Constitución se suponía que debía estar dirigido por el pueblo, pero parece que este no es el caso y que son los partidos políticos los que lo están controlando.

¿Cuál es la postura del ZCTU?

No nos sorprende, porque habíamos predicho la vía que los políticos iban a querer que tomara el proceso de elaboración de la Constitución. Sin embargo nos entristece el hecho de que incluso el MCD, en tanto que partido político, haya adoptado el método de hablar en nombre de la gente. En términos de nuestros valores democráticos, nosotros esperamos que la gente hable libremente y que contribuya libremente al proceso de elaboración de la Constitución, pero tal y como están actualmente constituidos los partidos políticos, son ellos los que están haciendo en realidad las contribuciones. Nuestra postura es que el proceso de elaboración de la Constitución ha de ser un proceso independiente. Por experiencia, ese proceso debería estar presidido por una persona independiente, conforme a una comisión independiente, y deberían haber acudido (o acudir) a la gente para preguntarles cómo querrían ser gobernados. Una vez que tuvieran una especie de datos en bruto, los podrían traducir a lenguaje legal y presentarlos ante el Parlamento. En estos momentos sólo disponemos de preguntas preparadas por otras personas, algunas de las cuales son demasiado técnicas como para que nuestra gente las entienda. Por ejemplo, si te acercas a una persona analfabeta de alguna zona rural profunda y le preguntas cómo espera ella que se constituyan las Cortes, a lo mejor ni siquiera entiende la diferencia entre un Tribunal Supremo y un Tribunal Laboral, con lo que no podrá aportar nada.

Ustedes han identificado las cuestiones de las mujeres y la necesidad de movilizar a la gente joven como prioridades para el ZCTU. ¿Podría explicarnos más sus planes?

Hemos examinado el terreno y nos hemos dado cuenta de que si no enfocamos el tema de las mujeres como una prioridad, ni el de los trabajadores jóvenes como otra, será muy difícil garantizar el futuro de los sindicatos, porque ellos constituyen la mayoría de la gente a la que representamos, en particular los trabajadores y las trabajadoras jóvenes. Ese es el futuro de nuestros sindicatos, puesto que en este preciso momento la brecha generacional entre mayores y jóvenes se está ensanchando cada vez más, es decir que a muy poca gente joven le interesa el sindicalismo porque consideran que están lo suficientemente cualificados como para representarse a sí mismos, y ese tema hay que abordarlo. Por otro lado, los sindicatos también tienen que ser visibles a la hora de aportar, ya que uno no puede, siquiera en marketing, vender algo que no se puede vende. O sea que nuestra mercancía tiene que poder venderse en términos del lenguaje, en términos del paquete y las cuestiones de las que estamos hablando, en términos de sindicalismo. Por lo tanto, debemos generar un interés entre la gente joven por pertenecer a los sindicatos, porque ahí es donde está el futuro del sindicalismo. Y con relación a las mujeres en Zimbabwe, el 52% de nuestra población son mujeres, pero uno se encuentra con que, debido a nuestras raíces culturales, donde las mujeres han sido disuadidas de participar en los asuntos públicos, sólo hay un 20% de participación de mujeres en estas cuestiones. De manera que tenemos que luchar enérgicamente para asegurarnos de que las mujeres y los trabajadores jóvenes estén a bordo. Con una tasa oficial de desempleo que asciende al 86%, la economía informal es, sin lugar a dudas, muy importante en Zimbabwe.

¿Cómo puede el movimiento sindical llegar a los trabajadores de la economía informal?

Nos complace decir que desde 2002 hemos estado trabajando con los trabajadores y trabajadoras de la economía informal. De hecho les hemos estado ayudando a tener su propia asociación nacional. Establecimos un acuerdo conjunto con los actores de la economía informal, cuyo Memorándum de Acuerdo se encuentra aquí, detrás de mí, y por el cual acordamos llevar a cabo una acción común con los actores de la economía informal en áreas de la salud y la seguridad, de la formulación jurídica e incluso en actividades educativas y acciones conjuntas sobre el terreno. En el seno del ZCTU tenemos un departamento de derecho propio, responsable del funcionamiento de la sección de la economía informal, porque nuestros miembros retirados o miembros antiguos se encuentran en el sector de la economía informal, cuyas proporciones son enormes. Hace poco, con ocasión de nuestro taller de revisión política en Yanga, se recomendó al Consejo General (nuestro organismo ejecutivo) que considere a presente aceptar la afiliación de los trabajadores y trabajadoras de la economía informal en el seno del ZCTU, ya sea como afiliado de pleno derecho o como miembro asociado del ZCTU.

¿Cómo puede el movimiento sindical internacional brindar más apoyo al ZCTU?

Una cosa que puedo garantizar es que el apoyo moral y político ha sido abierto y sincero, y estamos seguros de ello. También estamos contentos de que nuestros asociados se hayan comprometido a brindar un apoyo material, en particular con respecto a los programas actuales, cuya continuación nos ha sido garantizada. También nos sentimos entusiasmados y honrados por el hecho que nuestros asociados que son compañeros también se hayan comprometido a apoyarnos en términos de nuestra administración, porque nos hemos visto muy perjudicados por la falta de cuotas de inscripción significativas abonadas al ZCTU. Y eso también ha atraído la simpatía de nuestros asociados, que se han comprometido, una vez vuelvan a sus centrales, a considerar nuestra difícil situación. Esperamos que la consideren favorablemente y nos ayuden cuando puedan y en la medida de los posible. Los sindicatos han sufrido tremendamente a lo largo de años de opresión y crisis económica en Zimbabwe.

¿Cabe ser optimista con relación al futuro?

Nos sentimos muy optimistas con respecto al futuro, a pesar de nuestros problemas actuales – que terminarán pasando, porque no creemos que nuestros problemas vayan a ser permanentes. Y tal y como prometimos a nuestros compañeros ayer (en la conferencia de la CSI) estamos en la línea de frente para asegurarnos de cumplir con nuestro deber. Además de la independencia que hemos proporcionado a nuestra gente, estamos preparados para proporcionar la democracia y las libertades de los pueblos, que están ausentes en estos momentos; y creemos, dadas las circunstancias, que lo lograremos. Zimbabwe dispone de muchos recursos naturales, y una vez que tengamos democracia y libertades de los pueblos, y que estemos trabajando en una situación libre, podremos darle un giro a esta situación en menos de cinco años.

Entrevista realizada en Harare por Paul Ames.

- (1) Consultar el comunicado de la CSI: "La CSI se reúne en Zimbabwe pidiendo que cese el acoso a los sindicatos y se implemente el Informe de la OIT"

- Leer también el capítulo dedicado a Zimbabwe en el Informe Anual de la CSI sobre las violaciones de los derechos sindicales en el mundo

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