El escándalo del Barclays en Birmania demuestra la necesidad de reforzar las sanciones

El anuncio de que el Banco Barclays ha acordado con el Departamento de Justicia de los EE.UU. pagar una multa de 298 millones de dólares por incumplimiento de las sanciones contra Birmania y otros países muestra una vez más que las sanciones internacionales contra Birmania necesitan ser más rigurosas y más amplias, según la CSI.

De acuerdo con la afiliada de la CSI, la Federation of Trade Unions in Burma (FTUB), el anuncio hecho por la junta birmana de las denominadas “elecciones” del 7 de noviembre se hizo principalmente para desviar la atención de una grave crisis social y económica que se está gestando en el país. El descontento y las divisiones entre los militares con respecto a varios asuntos, incluidos los problemas financieros, continúan en aumento.

El Secretario General de la FTUB, Maung Maung, ha descrito las actuales violaciones de los derechos humanos y sindicales fundamentales en Birmania, así como los esfuerzos de la junta militar para fomentar las tensiones étnicas. "El régimen utiliza mano de obra esclava, las violaciones y la tortura para mantenerse en el poder. Los sindicatos están prohibidos y las cárceles están llenas de todos aquellos que se han atrevido a hablar."

Ha llegado la hora de que se responsabilice a los autores de estos crímenes atroces. En lugar de embarcarse en políticas de participación carentes de toda crítica, susceptibles de fortalecer el régimen, los gobiernos deben hacer que la junta birmana aplique finalmente las recomendaciones que hizo hace ya 12 años la Comisión de Investigación sobre el Trabajo Forzoso de la Organización Internacional del Trabajo.

"Ante la campaña de propaganda montada por la junta militar birmana en torno a su farsa de elecciones en noviembre, es especialmente importante que la comunidad internacional demuestre su voluntad de denunciar en voz alta esta última acometida a las aspiraciones legítimas y democráticas del pueblo birmano. Es inconcebible que los gobiernos permanezcan en silencio aún en este momento al tiempo que permiten a las empresas seguir haciendo negocios con el régimen como si no pasara nada. Los gobiernos tienen que enviar un mensaje claro y reforzar las sanciones ahora, especialmente en materia financiera y de seguros. La Unión Europea, en particular, debe aumentar la presión", señaló la Secretaria General de la CSI, Sharan Burrow.