Hasta la fecha, la mayoría de las actividades de Histadrut en apoyo a los trabajadores y trabajadoras migrantes se han llevado a cabo a través de una oficina especial en el Consejo Regional de Trabajo de Tel Aviv, así como la presión política y el apoyo a causas legales.
La mano de obra migrante constituye un 7% de la mano de obra de Israel, y el maltrato de estos trabajadores es prevalente, en particular en el sector agrícola donde se han documentado las pobres condiciones de trabajo y de vida, las largas horas de trabajo, los salarios por debajo del mínimo y otras formas de explotación persistentes en el país. Junto con trabajadores de Europa del Este y de varios países asiáticos, decenas de miles de palestinos trabajan para empleadores israelíes como migrantes documentados o indocumentados.
En la Conferencia Internacional del Trabajo de junio de 2009, la OIT hizo un llamamiento al gobierno israelí para que garantizara que los trabajadores/as migrantes pudieran tener los mismos derechos que los ciudadanos israelíes, en la ley y en la práctica, así como en materia de provisión de la seguridad social.
“Las repercusiones que el bloqueo de Israel en Gaza y la prolongada ocupación de Cisjordania suponen para los palestinos son bien conocidas a nivel internacional, pero sin embargo la complicada situación en la que se encuentran los trabajadores migrantes dentro de Israel, ya sean de Palestina o de otro lugar, ha recibido poca atención internacional. La decisión de Histadrut contribuirá, sin lugar a dudas, a mejorar su situación, y lo celebramos,” dijo Guy Ryder, Secretario General de la CSI.