Irán: La CSI y la ITF toman medidas en la OIT por la renovada detención de Mansour Osanloo

La CSI y la Federación Internacional de los Trabajadores del Transporte (ITF) presentan una queja oficial ante la Organización Internacional del Trabajo de la ONU por el hecho de que las autoridades iraníes renovaran el período de detención del sindicalista Mansour Osanloo

Bruselas, 5 de diciembre de 2006 (La CSI EnLínea): La CSI y la Federación Internacional de los Trabajadores del Transporte (ITF) presentan una queja oficial ante la Organización Internacional del Trabajo de la ONU por el hecho de que las autoridades iraníes renovaran el período de detención del sindicalista Mansour Osanloo, Presidente del Sindicato de Trabajadores de la Empresa de Autobuses de Teherán y Alrededores (Sherkat-e Vahed), quien fue arrestado el 19 de noviembre por cinco agentes gubernamentales que hicieron disparos al aire y lo arrojaron con violencia dentro de un coche que estaba esperando. Está detenido en la cárcel de Evin, en una sección destinada a los presos acusados de delitos políticos. A su esposa no se le permitió verlo hasta el 26 de noviembre y recién el 5 de diciembre se le permitió ver a sus abogados. Ese mismo 5 de diciembre, un juez estipuló para la liberación del Sr. Osanloo una fianza adicional de 30.000.000 toman (con lo que el total de la fianza asciende a alrededor de US$200.000), con la condición de que solamente su esposa, Farzaneh Osanloo, pudiera salir de fiadora. La Sra. Osanloo no pudo pagar esa suma.
Se estaría investigando a Mansour Osanloo por no haberse presentado a una audiencia en tribunales, aunque su arresto tuvo lugar el día antes de la fecha en que debía presentarse, que era el 20 de noviembre. La audiencia del 20 de noviembre se refería a acusaciones por las cuales Mansour Osanloo ya había pasado más de siete meses en la cárcel de Evin, desde el 22 de diciembre de 2005. Según el testimonio que dio a la Comisión de Derechos Humanos de Irán, en ese entonces estuvo incomunicado durante casi cuatro meses, en reiteradas oportunidades lo tuvieron con los ojos vendados y esposado y se lo sometió continuamente a hostigamiento y amenazas que comprendían a sus familiares. Los interrogadores lo amenazaron con condenarlo a 15 años de cárcel si no “cooperaba” con ellos y le dijeron que tenían poder para “aniquilar” a su familia. Onsanloo había sido operado de un ojo apenas una semana antes de que se lo volviera a arrestar, debido a una lesión sufrida en una agresión de la que fuera víctima previamente debido a sus actividades sindicales.
El 8 de noviembre, Osanloo estuvo detenido varias horas por la policía local en la ciudad de Tabriz junto con otros nueve representantes de su sindicato. Este hecho tuvo lugar cuando el grupo se dirigía a participar en un seminario organizado por la OIT.
Además, los sindicalistas Seyed Davoud Razavi, Abdolreza Tarazi y Golamreza Golam Hosseini fueron detenidos el 3 de diciembre de 2006, en la terminal de autobuses Khavaran de Tehrán, cuando estaban distribuyendo panfletos sindicales entre sus compañeros choferes de autobús. Razavi y Tarazi fueron liberados esa misma noche. Sin embargo, Hosseini quedó detenido y su familia no ha podido pagar la fianza. Los tres están entre los 50 choferes de autobuses de Vahed que fueron suspendidos desde las medidas de fuerza tomadas el año pasado.
En una carta enviada al Presidente de Irán, Sr. Ahmadinejad, el Secretario General de la CSI, Guy Ryder, reclamó la liberación inmediata e incondicional de Osanloo, y refutó las afirmaciones que hiciera anteriormente el gobierno a la CIOSL y a la ITF en el sentido de que estaba comprometido con la defensa de los derechos de los trabajadores. Los organismos sindicales internacionales consideran que tanto la detención previa de Osanloo como su nuevo y reciente arresto están directamente vinculados con sus actividades sindicales, incluyendo sus contactos con la ONU, la OIT, la CSI y la ITF. En su pedido a la OIT para que interceda directamente ante las autoridades iraníes a fin de que se lo libere, la CSI también ha planteado los casos de los sindicalistas Mahmoud Salehi, Jalal Hosseini, Mohsen Hakimi y Borhan Divangar, quienes fueron condenados a cumplir entre dos y cuatro años de reclusión debido a sus actividades sindicales, inclusive el haber tenido en los últimos años contactos con la CIOSL.

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