Primer Plano de Nadia Shabana (Palestina-PGFTU)

«Hay que reforzar la sensibilización sobre el cambio climático, que en los países en desarrollo afecta a los más pobres»

Nadia Shabana, vicepresidenta del Comité de Juventud de la CSI a sus 30 años, aboga por una mejor integración de las luchas en favor de los jóvenes y de las mujeres dentro de los sindicatos. A pesar de los obstáculos culturales, reclama un mayor equilibrio entre géneros y una mayor democracia. Como delegada en la Conferencia Mundial de Mujeres de la CSI que se celebra en Bruselas (*), subraya la necesidad de reforzar el trabajo sindical de sensibilización sobre el tema del cambio climático, sobre todo en los países en desarrollo, donde las primeras víctimas son los más pobres, muchos de los cuales son mujeres.

Usted, que es diplomada en informática y en economía, ¿cómo comenzó sus actividades en la central sindical palestina?

A los 22 años, empecé como voluntaria en la central palestina PGFTU, colaborando en el ámbito de la traducción y de los proyectos. Luego, hace cuatro años, la dirección del sindicato me pidió que representara a los jóvenes. De esta forma, en 2007 pude participar en una Conferencia de la CSI para Asia-Pacífico, y fui elegida vicepresidenta segunda del Comité de Juventud de la CSI Asia-Pacífico. En 2008, en Ucrania, fui elegida vicepresidenta del Comité de Juventud de la CSI en su conjunto.

Al igual que las demás mujeres jóvenes que pertenecen al Comité de Juventud de la CSI, si estamos asistiendo a esta conferencia, no es porque nuestra central nacional nos haya enviado, sino gracias al Comité de Juventud de la CSI. Resulta sintomático que muy pocas centrales nacionales designen a mujeres jóvenes para participar en esta conferencia. ¡Con frecuencia, los secretarios generales y las direcciones de los sindicatos eligen a las delegaciones sin pensar que las mujeres jóvenes también son mujeres! Es una lástima, porque en los sindicatos hay muchas mujeres jóvenes llenas de energía y bien formadas, que conocen las nuevas tecnologías y tienen ideas nuevas, y habría que darles la oportunidad de poner su capacidad al servicio de todos y de todas, eliminando la separación entre las estructuras de los jóvenes y las de las mujeres.

¿Qué le aporta esta primera Conferencia Mundial de Mujeres de la CSI?

Es interesante participar en una conferencia a la que solo asisten mujeres y que, asimismo, solo está organizada por mujeres, lo cual produce un ambiente especial. Encontrarse con sindicalistas de todo el mundo e intercambiar nuestras experiencias es muy enriquecedor. Las relaciones humanas que se entablan en estos encuentros son muy importantes. En nuestras reuniones del Comité de Juventud, como en la recientemente celebrada de Brasil, se crean unos vínculos interpersonales muy fuertes, lo cual, a mi entender, refuerza nuestra motivación y nuestra eficacia.

¿Cuál de los testimonios que ha escuchado durante la Conferencia de Mujeres le ha impactado más?

El de una delegada de Nigeria que tomó la palabra. A sus 64 años, con cuatro hijos, es secretaria general de un sindicato con mayoría de miembros masculinos. Su testimonio fue muy interesante porque mostraba todo lo que había tenido que trabajar para alcanzar ese puesto. ¡Es alentador conocer trayectorias como esta!

¿Se imagina que en el futuro pueda ocupar también algún cargo de dirección importante?

A veces, cuando intercambio impresiones en los encuentros que se celebran en el extranjero, hay gente que me dice que un día seré la próxima secretaria general de Palestina. Pero yo sé que cuando vuelva a mi tierra, voy a encontrarme con todos estos hombres, y sobre todo con hombres mayores que ocupan los puestos importantes. Si me oyesen, se reirían a la cara y me dirían «¿Quién eres tú, que has nacido ayer, para hablar así?». Los jóvenes y las mujeres solo pueden participar en la vida sindical gracias a la presión internacional. No es solo un problema de estructura, sino también una cuestión cultural. En mi país, la dominación masculina está tan arraigada como el respeto a las personas mayores, de forma que los jóvenes no pueden llevar la contraria. Es necesario un mayor equilibrio de género, y también un poco más de democracia.

Entre las diferentes temáticas de la agenda de la Conferencia, ¿cuál es la que más le ha interesado?

La sesión dedicada al desafío del cambio climático me ha atraído especialmente. Me alegra mucho haber conocido ayer a la Ministra del Medio Ambiente sudafricana, que ha intervenido en la Conferencia. En los países en desarrollo, muchas personas subestiman el problema, y algunas ni siquiera saben que existe. Sin embargo, en los países en desarrollo suelen ser los más jóvenes, muchos de ellos mujeres, los más afectados por los desastres relacionados con el cambio climático. A mi modo de ver, para el movimiento sindical es una prioridad fundamental realizar un trabajo de sensibilización sobre este tema en los países en desarrollo.
A pesar de todo, en el mundo árabe y la región de Oriente Medio, las sindicalistas palestinas tienen fama de ser fuertes y decididas. En concreto, ¿qué podría ayudarles a ocupar el espacio que les corresponde?
Es cierto que en Palestina hay muchas mujeres fuertes y decididas, y tal vez esto se deba a su lucha contra la ocupación. Pero cuando me encuentro en reuniones internacionales, a veces siento un poco de envidia de las competencias que disfrutan las mujeres de determinados países. A nosotras también nos gustaría tener las mismas oportunidades.
Necesitamos más formación y conseguir un espacio que sea aceptado de forma verdadera y plena.

¿Con qué ánimo trabaja usted con sus compañeros masculinos del sindicato?

Aprecio el trabajo de muchos de los hombres que son mis compañeros. Algunos de ellos, además, muestran su apoyo a las mujeres. Pero lo que queremos es una relación equilibrada de verdad, en la que todos podamos apoyarnos mutuamente dentro de una auténtica relación de igualdad.

Declaraciones recogidas por Natacha David


(*) Bajo el lema de "Un trabajo digno y una vida digna para las mujeres", la primera Conferencia Mundial de Mujeres de la CSI ha reunido en Bruselas, del 19 al 21 de octubre, a más de 460 delegadas procedentes de más de 100 países. Estas mujeres han analizado la incidencia de la crisis mundial de empleo sobre las mujeres, y han trazado las grandes líneas de la acción sindical internacional con vistas a reforzar la seguridad del empleo de las mujeres, revisar sus salarios y mejorar sus condiciones. Para más información, consultar el sitio web de la CSI (fotos y entrevistas).

- Ver también el sitio web del proyecto «Decisions for Life» (Decisiones para la vida) , que abarca 14 países en desarrollo y en transición y ocho sectores de actividad.

- Fotografías de la Conferencia