Primer plano de Nejiba Hamrouni (Túnez-SNJT)

“Muchos periodistas tienen miedo, pero aspiran a un sindicato realmente libre e independiente”

Tesorera del Syndicat national des journalistes tunisiens (SNJT) y miembro del Consejo de Género de la Federación Internacional de Periodistas (FIP), Nejiba Hamrouni expone violaciones a la libertad de prensa que afectan a los medios de comunicación y a los periodistas de Túnez (1).

¿Cómo se resumiría la situación actual de la libertad de prensa en Túnez?

Muy sencillo, no se puede escribir ni publicar libremente. Con regularidad se prohíbe la publicación de los diarios, se bloquean los sitios web, se acosa a los periodistas, se les impide trabajar, se les pone bajo escucha, son detenidos, enjuiciados y, a veces, maltratados físicamente.

¿Es precisamente el hecho de haber expuesto públicamente estas violaciones a la libertad de prensa lo que hizo que su sindicato se viera inmerso en la crisis que experimenta actualmente?

En efecto, para nuestro sindicato, creado en 2008, los problemas empezaron después de la publicación, el 4 de mayo de 2009, de un informe sobre la situación de la libertad de prensa en Túnez, en el que se describen los problemas que enfrentan los medios de comunicación y los periodistas. Las autoridades no apreciaron que se expusiera esta realidad y declararon al sindicato una guerra que no cejado desde entonces. Un antiguo miembro del sindicato, que entre tanto se convirtió en el presidente de un nuevo sindicato promovido por el gobierno para oponerlo al nuestro y que al mismo tiempo es asesor del secretario general del partido gobernante, ha presentado por su lado a la agencia de noticias gubernamental TAP un documento que presenta a Túnez como el paraíso de la libertad de la prensa. Nuestro sindicato, sin embargo, dio a conocer en una conferencia de prensa nuestro informe, que describe la situación real. La policía intervino violentamente durante esta conferencia de prensa, con lo cual quedó claro que la guerra librada por las autoridades contra la libertad de prensa había aumentado de registro.

¿Cómo se creó entonces un segundo sindicato?

Renunciaron al sindicato tres miembros, y posteriormente un cuarto miembro. A nuestro juicio, en un país donde el 80 por ciento de los periodistas depende de los órganos de prensa públicos y están constantemente sometidos al chantaje por su empleo, es fácil para las autoridades ejercer presión sobre ellos. El 15 de agosto, en violación a la ley sobre la prensa tunecina y de las normas internas del sindicato, los dimisionarios organizaron un congreso “golpista”, con un ingente apoyo por parte del Estado en lo relativo al material, como pancartas y carteles, y también evidentemente para contar con una amplia cobertura de los medios de comunicación oficiales. Pese a las presiones ejercidas sobre los periodistas por los propietarios de los medios de comunicación al servicio del poder, no se alcanzó la cuota de dos tercios de los periodistas afiliados.

Sin embargo, este congreso fue avalado por las autoridades. Hemos introducido varios recursos para detener el procedimiento, pero aun cuando la ley nos asiste, hasta la fecha no se nos ha concedido la razón.
Esperamos todavía una resolución para el 26 de octubre.

Dado que la dimisión de cuatro miembros del sindicato implican estatutariamente la obligación de celebrar un congreso extraordinario, nuestro Presidente aceptó organizar este congreso el 10 de septiembre. Sin embargo, las autoridades no desean que se organice un congreso extraordinario legítimo, con el riesgo de que vuelvan a elegirse periodistas a favor de la libertad de prensa. Estamos de acuerdo en ir a las urnas en un congreso, pero la parte “golpista” no responde. Tenemos confianza en los periodistas tunecinos, quienes están cansados de este clima de miedo y negación de las libertades de prensa. Nos dicen en voz baja que es preciso seguir luchando por un sindicato realmente libre e independiente, y vamos a seguir haciéndolo.

¿Cuál ha sido su trayectoria sindical?

Al empezar en la profesión periodística, me afilié en 1996 a la asociación de periodistas tunecinos. Trabajé ocho años para el diario tunecino As-Sabah, y en 2004 me convertí en redactora jefe del boletín informativo del centro de la mujer árabe para la formación y la investigación CAWTAR. En 2006, fue elegida presidenta del Comité de la Mujer. Al crearse el primer sindicato de periodistas a principios de 2008, me presenté y fue elegida secretaria general adjunta a cargo de las libertades de prensa. Con la crisis y la dimisión de tres miembros sindicales, reestructuramos nuestras funciones y me nombraron tesorera. Vistos los problemas financieros que enfrenta el sindicato, el cual cuenta únicamente con las cuotas de sus miembros para pagar la remuneración de las cuatro personas permanentes y todas las facturas de gastos de funcionamiento, es una prioridad garantizar la liquidez. La falta de recursos también es un obstáculo a los derechos sindicales y la libertad de prensa.

¿Y usted también no tiene miedo?

Somos conscientes de que además de este “golpe” sindical, las autoridades quieren seguir castigándonos. Ya me han convocado tres veces para que me presente ante la brigada económica. ¡Me acusan de haber tomado dinero de la caja! A Dios gracias, todas las cuentas están perfectamente en orden. Pero yo sé muy bien que es un problema político, que pueden encontrar cualquier excusa para meternos en la cárcel con el fin de silenciar a los periodistas. Es una lucha sumamente agotadora.

Como mujer, ¿su lucha reviste dificultades particulares?

De acuerdo con la ley, la igualdad entre hombres y mujeres en Túnez es total. Desde 1956, tenemos una legislación muy avanzada en este ámbito. Este problema de libertad de prensa lo padecemos por igual hombres y mujeres. Sin embargo, hay diferencias entre gozar de la igualdad ante la ley y las actitudes. Por ejemplo, como mujer te confían más fácilmente las páginas femeninas, sobre la familia o la sociedad, que sobre política o economía. Es preciso luchar para convencer. Otro ejemplo, sobre el papel, el 65 por ciento de los cargos de decisión de la televisión pública tunecina están ocupados por mujeres, de lo cual están muy orgullosas las autoridades. Sin embargo, tener el título del cargo no quiere decir que estas mujeres tienen el poder real de decisión. ¡Puede usted tener el cargo de redactora jefe sin serlo realmente!

¿Y cuál es el papel de la mujer en su sindicato?

En el ámbito sindical, la proporción de mujeres en puestos de responsabilidad es muy ventajosa, mejor que en Europa, con verdaderos puestos clave ocupados por mujeres(2).

¿Cuál es la importancia que conceden los medios de comunicación tunecinos a la actualidad social y sindical?

No hay ningún obstáculo directo para cubrir ámbito social. Pero, ¿cómo ir hasta el fondo de las cuestiones sociales, como temas que afectan a los sindicatos, sin abordar los temas de los derechos humanos? Es la indefectible línea roja que no puede cruzarse, de lo contrario, el periodista y su diario tienen garantizados los problemas. En el informe que nuestro sindicato publicó en mayo sobre la libertad de la prensa, se pedía precisamente más espacio en los medios de comunicación para tratar más a fondo los derechos sociales.

Entrevista realizada por Natacha David


(1) Véase el comunicado de prensa de la CSI En línea “Oriente Medio – los gobiernos intensifican la represión a medida que la crisis afecta a empleos e ingresos”, publicado el 9 de septiembre de 2009.

(2) Según las cifras publicadas por la FIP, la proporción de periodistas tunecinas en puestos de decisión en el movimiento sindical es de un 33%, la mayor proporción en el Oriente Medio, África del Norte e Irán (“Getting the balance right - Gender equality in journalism”, FIP, 2009)