Primer Plano de Alexandro Delssin y Carlos Lozantos (CTA- Argentina)

"No deben existir limites para los trabajadores"

Alejandro Delssin, coordinador de la sección de emigración de la Central de Trabajadores de Argentina (CTA) y Carlos Lozantos, colaborador de la sección de emigración de la CTA, apoyan la consolidación de la cooperación sindical más allá de las fronteras. Se alegran por el enfoque común de las afiliadas de la Confederación Sindical de las Américas (CSA) en materia de migración.

¿Puedes comentar un poco sobre el interés del la CTA por el tema de migraciones?

Alejandro Delssin -Es una prioridad nuestra abordar el tema migratorio. En la central, no lo vemos como un fenómeno aislado de la sociedad. El trabajador migrante es un trabajador más. La única distinción que tenemos es que somos de distintas nacionalidades. Somos conscientes de que el trabajador migrante es explotado, es discriminado, pero eso pertenece a la lógica del capitalismo, es decir, como la derecha llama al migrante “ilegal”.

Ese término “ilegal” tiene una connotación fuertemente de criminalidad. Para nosotros es simplemente un trabajador que está en ese territorio trabajando y está irregular de papeles. Hacia eso tenemos que dar la pelea. Porque la irregularidad de documentación lleva a lo que el capitalismo quiere hacer que es explotar el trabajador y jugar con esa lógica del miedo de la denuncia. Eso lleva a que el trabajador realice su tarea de forma totalmente precaria. Es una lógica perversa, tener al migrante irregular de papeles para jugar con el miedo a ser deportado y que se ve en todo el mundo, no solamente en Argentina.

¿En otras partes del mundo hay un problema de grave discriminación de los trabajadores extranjeros, como es en Argentina?

Alejandro – En Argentina si bien existe la presencia del migrante, no hay un profundo sentido de discriminación. Porque la historia nuestra estuvo compuesta de migrantes. Nuestra cultura es una unión de distintas corrientes migratorias. Pero sí vemos que ha habido discriminación de algún momento de nuestra historia para acá. Desde los 80, cuando se instaura el liberalismo, sí se abusa de la condición del migrante justamente para conseguir más rentabilidad con la baja de salario.

¿Que tipo de acción ha sido hecha por la CTA?

Alejandro – Te cuento un poco las tareas que estamos haciendo desde hace un tiempo. Primero hicimos un taller de información para manejar estadísticas. Para identificar simplemente el fenómeno de migraciones. Trabajamos de forma muy estrecha con organizaciones sociales, territoriales o con distintas formas de organizaciones que abordan la problemática de las migraciones.

Tenemos un ejemplo que estamos realizando sobre el tema de migración de Paraguay con las centrales paraguayas. Nuestra idea es: cada central de cada país debemos tener una agenda en común sobre los temas que tenemos que trabajar. Por citarte, estamos haciendo un conteo de temas para trabajar, como leyes migratorias, marcos legales de migraciones en cada país porque urgente tenemos que abordar ese tema, es decir, cuales son los marcos legales o las leyes migratorias que tenemos en cada país.

Ustedes han salido de una ley que criminalizaba el migrante a una nueva legislación más progresista. ¿Cuáles son los problemas de la ley actual?

Alejandro – Existen muchas trabas burocráticas, administrativas, que no facilitan la radicación del migrante en la Argentina. Porque tienen que pagar impuestos, solicitan información antecedente del país emisor, sobre ese punto tenemos que avanzar. Porque tenemos una lógica nosotros de la central y con todo el mundo que hemos hablado coincidimos en esto: vemos que los capitales se trasladan de un país a otro con una velocidad y una forma tan fácil, porque no tiene impedimento el capital para andar en nuestro continente. Pero no es así con el trabajador, no hay una libre circulación de país a país y se complica aún más en algunos países.

¿Existen números, es decir, cuántos son migrantes, cuántos están en situación irregular, las estadísticas?

Carlos Lozantos – No existe una estadística, una información. Lo que intentamos es armonizar todas esas cuestiones, ver en cuanto a regularidad, papeles, cuántos migrantes existen en el territorio. Difundir que hay una organización como la CTA que los va ayudar a regularizar su situación para que ellos puedan radicarse en un territorio y ejercer una actividad como cualquier ciudadano.

Alejandro – Carlos es nuestro compañero por su pasado, presencia y militancia en Paraguay, sumado a su experiencia en Argentina en términos de relación con las centrales paraguayas. Desde la central en Argentina no podemos proveer la cobertura, asistencia a los compañeros en Argentina si no participa la central del país de origen de los trabajadores. Para analizar la realidad de cada país en el marco legal, el marco laboral, el marco de los trámites aduaneros, fronterizos, debemos ser compatibles. Hacia eso apunta la CTA. Que sea que existan los limites geográficos, naturales pero no deben existir limites para los trabajadores.

Carlos – Yo voy mucho más allá de lo que se intenta y lo que se está trabajando, que no solamente la mirada va hacia lo laboral, sino también la asistencia de salud, que un inmigrante – en ese caso de Paraguay – pueda tener la jubilación en Argentina. Es mucho más abarcativo que tenga la asistencia laboral, pero también la asistencia de salud y también la cobertura jubilatoria.

Alejandro – Estamos trabajando con el organismo que se encarga en la Argentina de dar cobertura de jubilación, la previsión social, el ANSES. Es un organismo gubernamental que tiene acuerdos bilaterales, por ejemplo, con Paraguay, Bolivia, Uruguay, que abordan ese tema. Vamos a suponer, un trabajador inmigrante que tenga años de aporte en Paraguay y viene a trabajar en Argentina y acá completa los años de aporte. Hay que hacer la sumatoria de los aportes en Paraguay y Argentina. Es imperioso que abordamos ese tema. Para ver la historia laboral en su país de origen y sumarla a la historia laboral que tiene en el presente, para que se pueda jubilar ese trabajador. Ese es otro punto que hay que avanzar, que se diera al ámbito del MERCOSUR, una misma legislación previsional para que los trabajadores puedan circular libremente y juntar sus aportes en los países donde trabajaron.

¿Cómo es esa relación de los migrantes y el trabajo? ¿Qué presiones existen por ejemplo del sector empresarial?

Alejandro – A las grandes empresas que se nutren del trabajador inmigrante no les conviene regularizar la situación del trabajador. Menos de hablar de involucrar en la estructura sindical. En el sector empresarial – para no decir en su totalidad pero yo creo en su mayoría – es un tema picante, es un tema que no quieren abordar, de eso no se habla. Nosotros tuvimos una experiencia en capital federal donde están los famosos talleres textiles clandestinos, con mayoría de trabajadores bolivianos y peruanos que son traídos a través de esas redes de trafico de personas, los encierran en un local y los hacen trabajar 24 horas por día a dos pesos.

Es un gran desafío para una central sindical llegar a esos trabajadores. ¿Cómo se hace?

Carlos – Ahora el método es a través de la denuncia, simplemente. Yo creo que la central está trabajando para que tengamos la metodología de detectar esos lugares y denunciarlos. Porque esto está al margen de la misma ley. Ahí tiene que intervenir la justicia. La central actúa como denunciante y a partir de ahí tener políticas para después insertar esos trabajadores dentro de un marco legal.

¿Y la tarea que tienes ustedes después del programa Patria Grande?

Alejandro – Como central nuestra tarea es trabajar, en algunos casos apoyando algunas buenas medidas concretas que hizo este gobierno en materia migratoria. Otro es cuestionar lo que está faltando por hacer. Este gobierno ha tenido una buena iniciativa con el tema de la regularización de papeles, a través del programa Patria Grande. Nosotros como central tenemos que seguir discutiendo. Porque es fundamental que el sindicalismo participe de esa discusión, como clase trabajadora y vamos a seguir participando en esos espacios. Reforzando lo que ya se hizo y profundizando las políticas que hay que seguir abordando.

¿En el marco de América Latina como ves la relación de las centrales y los migrantes?

Alejandro – Usando la lógica pura, un migrante no se va de su país porque quiere. Es porque su realidad social y económica en su país de origen lo lleva a buscar un mejor horizonte. Nosotros siempre decimos: debemos garantizar el derecho de no migrar, en eso coincidimos totalmente con la CSA. Nuestro continente tiene una posición muy buena en ese sentido, porque hay una coordinación que la vemos cotidianamente y unificación de criterio inclusive. Eso hay que aprovechar, esa coyuntura donde las centrales estamos alineadas, vemos los temas bajo la misma óptica. En otro momento cada central trabajaba de acuerdo a su contexto político, hoy no es así. Vimos una comunión sindical y de ideología, todos sabemos donde están los problemas y como debemos abordarlos. Hay que aprovechar ese momento histórico del sindicalismo por lo menos en nuestro continente.

Entrevista realizada por Alexandre Praça



- Leer también la entrevista a Antonio Jara y Mauro Posada (CGT-RA – Argentina): ”Todo trabajador y toda trabajadora tiene el derecho a no migrar”.

- Leer también el reportaje sobre los migrantes en Argentina y las políticas sindicales al respecto “El País Migrante”, publicado por la Confederación Sindical de las Américas (CSA).