China: Yao Fuxin en libertad

La CSI, junto con el Observatorio para la Protección de los Defensores de los Derechos Humanos, un programa conjunto de la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH) y la Organización Mundial Contra la Tortura (OMCT), celebra la puesta en libertad del Sr. Yao Fuxin, activista laboral de la provincia de Liaoning, después de haber cumplido su condena de siete años de cárcel por “subversión del poder del Estado”.

Bruselas, 18 de marzo de 2009: La CSI, junto con el Observatorio para la Protección de los Defensores de los Derechos Humanos, un programa conjunto de la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH) y la Organización Mundial Contra la Tortura (OMCT), celebra la puesta en libertad del Sr. Yao Fuxin, activista laboral de la provincia de Liaoning, después de haber cumplido su condena de siete años de cárcel por “subversión del poder del Estado”.

El 16 de marzo de 2009 el Sr. Yao Fuxin fue liberado de la cárcel n°2 de Lingyuan, en la provincia de Liaoning, considerada como una de las cárceles más severas de China y donde la mayoría de los detenidos son prisioneros políticos.

Antes de su arresto, el Sr. Yao era uno de los activistas laborales más francos y abiertos de China. En 1998 se unió a otros activistas para presentar al gobierno central una petición contra la corrupción de la fábrica Liaoyang Ferro-Alloy Factory. En mayo de 2001 los trabajadores de la fábrica alegaron que el robo de 2.000 toneladas de mineral ferroso había sido organizado por funcionarios del tribunal local y que la posterior quiebra de la fábrica había sido orquestada por los líderes de la fábrica en connivencia con el gobierno local. El Sr. Yao y los demás trabajadores solicitaron una investigación completa que nunca se llevó a cabo.

En marzo de 2002, el Sr. Yao, entonces portavoz del recién fundado sindicato All-Liaoyang Bankrupt and Unemployed Workers’ Provisional Union, fue arrestado junto con el Sr. Xiao Yunliang (puesto en libertad en febrero de 2006, tres semanas antes de completar su sentencia de cuatro años de cárcel) por haber dirigido una manifestación pacífica contra la corrupción y la falta de pago de pensiones y salarios y atrasados – una manifestación que reunió a más de 5.000 trabajadores de seis fábricas de Liaoyang (provincia de Liaoning). Según Human Rights in China (HRIC), el Sr. Yao fue inicialmente acusado de “reunir a una muchedumbre para alterar el orden social” y, en mayor de 2003, condenado a siete años de cárcel por “subversión del poder del Estado” debido a su supuesta implicación en el Partido Democrático de China (prohibido).

“Celebramos la liberación del Sr. Yao, pero sentimos que esta liberación no haya ocurrido antes de cumplir la totalidad de su condena de siete años de cárcel, y que estuviera acompañada de un período de tres años de privación de derechos políticos, como las libertades de expresión, de reunión y sindical. Volvemos a instar a las autoridades chinas a que liberen de inmediato – y sin condiciones – a todos los defensores de los derechos humanos en la RPC privados a presente de libertad a causa de sus actividades a favor de los derechos humanos. Estas detenciones son arbitrarias y contrarias a la Declaración de 1998 de las Naciones Unidas sobre los Defensores de los Derechos Humanos,” dijo Souhayr Belhassen, Presidente de la FIDH.

“Es también importante señalar que a lo largo de toda su detención, el Sr. Yao vivió en condiciones precarias, sufrió malos tratos graves y fue testigo del deterioro de su estado de salud. Queremos recordar que la tortura y los malos tratos constituyen una violación de la Convención contra la Tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes, de la ONU, de la cual China es Estado miembro y que implica una responsabilidad criminal individual. Por consiguiente, instamos a las autoridades chinas a que tomen medidas significativas para prevenir y castigar el uso de la tortura conforme a las obligaciones internacionales de China con respecto a los derechos humanos”, añadió Eric Sottas, Secretario General de la OMCT.

A lo largo de su encarcelamiento, el Sr. Yao sufrió dos ataques cardíacos y una apoplejía, además de padecer de malnutrición y frío en invierno. El Sr. Yao fue también obligado a dormir con otros 19 reclusos en una cama y vigilado por un guardia que ordenaba a dos prisioneros condenados a muerte que le pisaran cada vez que estaba a punto de quedarse dormido.

“Celebramos la liberación de Yao Fuxhin,” dijo Guy Ryder, Secretario General de la CSI, “pero al mismo tiempo tenemos que tener presente que muchos otros activistas laborales siguen detenidos en China, a menudo en condiciones pésimas. Los derechos fundamentales relativos a la libertad sindical y la negociación colectiva de los trabajadores y trabajadoras chinos siguen estando denegados por las autoridades, a las cuales requerimos el pleno respeto de estos derechos, consagrados en los Convenios de la OIT.”

La CSI y el Observatorio instan a las autoridades chinas a liberar a todos los defensores de los derechos humanos detenidos arbitrariamente en la República Popular China, poner inmediatamente fin a todo tipo de acoso contra ellos e investigar todos los casos de tortura o malos tratos para que los responsables sean juzgados y castigados de acuerdo con la ley.

Para más información, sírvase contactar:
FIDH: Gael Grilhot / Karine Appy, + 33 1 43 55 25 18
OMCT: Delphine Reculeau, + 41 22 809 49 39
CSI: Mathieu Debroux, +32 2 224 02 04

Foto: Erutan


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