Sindicatos y alcaldes discuten sobre la crisis de pobreza energética

La guerra en Ucrania ha puesto de manifiesto la dependencia de Europa en materia de energía y hasta qué punto urge abordar la pobreza energética ante la vertiginosa subida de los precios de la energía. La CSI y C40 han convocado a alcaldes y sindicatos para debatir medidas de emergencia que apoyen a los más vulnerables y para crear nuevos puestos de trabajo y un entorno urbano en el que los trabajadores y las trabajadoras puedan prosperar.

En la mesa redonda del 20 de abril se expusieron una serie de acciones inmediatas, como, por ejemplo, medias de socorro, asesoramiento energético para los hogares, prevención de cortes de electricidad, negociación de tarifas sociales con los proveedores de energía y oferta de “refugios sanitarios”. Los participantes también reflexionaron con espíritu crítico sobre el impacto de la volatilidad de los precios de los combustibles fósiles y la seguridad energética: destacó como vía clara una iniciativa de las ciudades para la reforma y adaptación de edificios con el fin de aumentar la eficiencia energética y reducir la demanda de energía. Sin embargo, los presupuestos de la mayoría de las ciudades no han sido diseñados para hacer frente a la magnitud de la emergencia actual. Los Gobiernos centrales tendrán que destinar una inversión muy necesaria a incrementar el ritmo de producción de energía a partir de las renovables y a garantizar que la reforma de los edificios no sea solo para unos pocos privilegiados, sino para todos. Ciudades y sindicatos también solicitaron que los fondos de cohesión de la UE, actualmente gestionados a nivel estatal, lleguen a las ciudades para brindar apoyo a los más vulnerables.

Los alcaldes presentaron un plan de emergencia para las ciudades europeas y hablaron de trabajar con los sindicatos. Para los sindicatos, la solución a la pobreza energética, producto de la desigualdad y de años de austeridad, y agravada por los actuales precios de la energía, pasa por disponer de buenos empleos con salarios decentes:

“Resulta alarmante que este año la factura energética vaya a aumentar en algunos países europeos 14 veces más rápido que los salarios. Es necesario y urgente invertir en energías renovables europeas, en sus cadenas de suministro y en la modernización de edificios con empleos bien remunerados en la región, una de las mejores maneras de evitar que la población se hunda en la pobreza. Los sindicatos están dispuestos a trabajar con las ciudades en lo que respecta a la ayuda, la adaptación y las energías renovables para que la factura energética no suba, para ayudar a millones de hogares que se enfrentan a la pobreza energética este invierno y para contribuir a reducir la dependencia en el gas natural”, expresó Sharan Burrow, secretaria general de la CSI.

Los sindicatos quieren que se apoye a quienes más lo necesitan y menos pueden permitirse aislar sus hogares; que se ponga un tope a los precios de la energía; y que se produzca una transición energética que sea justa para los trabajadores y las trabajadoras y sus familias.

El debate también puso de manifiesto que un sistema energético privatizado limita el poder de acción de las ciudades y es preciso que esté regulado. Los sindicatos exigen que los fondos públicos, un programa de obras públicas y un plan de renovación estén supeditados a la oferta de oportunidades de formación, especialmente para la incorporación de los jóvenes en el mercado laboral, y al respeto por la negociación colectiva.

Alcaldes y sindicatos se comprometieron a trabajar juntos para hacer frente a la pobreza energética, compartir buenas prácticas, apoyar la aplicación de planes de emergencia en toda Europa y hacer llegar estas demandas a los Gobiernos nacionales.