Recientes estimaciones sugieren que más de 50 agrupaciones se han disuelto en Hong Kong en apenas 11 meses, incluyendo la central sindical afiliada a la CSI, Hong Kong Confederation of Trade Unions (HKCTU), tras más de 30 años de existencia en defensa de la gente trabajadora y promoviendo mejoras a la legislación laboral, los salarios y la protección social.

Lee Cheuk Yan, secretario general de la HKCTU, permanece en prisión por su participación en eventos pro-democracia y se enfrenta a cargos adicionales por su papel presidiendo la Alianza de Hong Kong en apoyo a los movimientos democráticos en China (Hong Kong Alliance).

Los grupos de la sociedad civil han venido enfrentándose a ataques sin precedentes, intimidación y acusaciones criminales en base a la ley de seguridad nacional desde su aprobación en julio de 2020.

Sharan Burrow, secretaria general de la CSI, declaró: "¡Ya basta! El único camino a seguir es la derogación de esta represiva ley, supuestamente de ‘seguridad nacional’, y la liberación de todos los presos políticos. Reclamamos asimismo que se ponga fin a los procesamientos y la intimidación.

"Esta ley ha mostrado claramente su objetivo real como una herramienta política para suprimir la oposición y la disidencia.

“Tal como relata nuestro informe, Medalla de Oro en Represión, el Partido Comunista Chino ha acelerado su ocupación política de Hong Kong. China no es un lugar seguro, y tanto el Comité Olímpico Internacional como los distintos Gobiernos deben hacer más para garantizar la seguridad de los atletas y de todos los asistentes a los Juegos Olímpicos de Invierno en Beijing.

“Nos congratulamos por la decisión de la Asociación de Tenis Femenino (WTA) de suspender suspende todos sus torneos en China, alegando los riesgos que correrían sus jugadoras y todo su personal, tras el trato recibido por Peng Shuai tras su denuncia de agresión sexual.

“El COI debería reaccionar y tomar medidas firmes para asegurarse de que todo el mundo esté a salvo durante los Juegos Olímpicos de Invierno”.