Los militares han matado a varios manifestantes durante las protestas contra el golpe de Estado y más de 100 personas resultaron heridas tras la violenta represión desencadenada por el general Abdelfatah al Burhan.

Los sindicatos sudaneses se han situado en primera línea de la amplia movilización que se opone a la toma del poder a manos de los militares.

La Unión Africana ha suspendido a Sudán y se intensifican las presiones de varios países para obligar a la junta militar a dejar el poder y dar paso a una transición democrática.

La secretaria general de la CSI, Sharan Burrow declaró: “Condenamos inequívocamente las acciones del ejército, destinadas a permitir a los líderes militares a recobrar el control total de sectores económicos clave y a eludir su responsabilidad por las violaciones de los derechos humanos cometidas durante numerosos años, de modo similar a la junta militar en Myanmar.

“También deben condenarse las acciones de los Emiratos Árabes Unidos, que vienen suministrando a los militares armas y apoyo económico desde hace años, así como la injerencia de Egipto y Arabia Saudita.

“Expresamos nuestra solidaridad con los sindicatos y los ciudadanos sudaneses que se oponen al golpe militar y reclaman la reanudación de la transición democrática. Todas las personas detenidas por los militares han de ser liberadas de inmediato, y los responsables del golpe de Estado deberán responder por los crímenes mortales perpetrados contra la población”.