El informe anual de los últimos 18 años calificó y clasificó a los países para indicar si sus regímenes regulatorios o fiscales eran suficientemente favorables a las empresas. Los indicadores más conocidos del mercado laboral del informe primero se suspendieron para luego ser suprimidos desde hace una década.

En 2006 clasificó a Palau, país insular del Pacífico, como el que presentaba el “mejor desempeño” en cuestiones laborales debido a la ausencia de prácticamente cualquier tipo de protección legal para los trabajadores y trabajadoras y la supresión de las regulaciones de salario mínimo.

Aun así, el informe continuó promoviendo agresivamente un programa de desregulación del mercado y de bajos impuestos, y concediendo a los paraísos fiscales una alta clasificación. Al ponerse fin a este informe se elimina un obstáculo importante para el desarrollo y la realización de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.

A este respecto, la Secretaria General de la CSI, Sharan Burrow, señaló: “Aunque tardía, celebramos la desaparición de este informe de inspiración ideológica. El Banco Mundial debe centrar sus esfuerzos en apoyar un entorno empresarial basado en el respeto de las normas internacionales del trabajo, la diligencia debida en las cadenas de suministro y la sostenibilidad.

“Las empresas responsables reconocen cada vez en mayor medida que garantizar los derechos y la dignidad de sus trabajadores y trabajadoras, proporcionar una mayor seguridad y garantizar el cumplimiento por parte de sus proveedores en las cadenas de valor mundiales redunda en beneficio de las empresas.

“La CSI espera entablar un diálogo constructivo con el Banco Mundial para conseguirlo y superar el legado destructivo de casi dos décadas del informe Doing Business, el cual fue utilizado para socavar el desarrollo e impulsar la desregulación del mercado laboral a cualquier costo”.