Reformar el multilateralismo para lograr una recuperación sostenible y un trabajo decente

La CSI encomia el respaldo de los bancos de desarrollo a las inversiones a largo plazo que promueven el trabajo decente y la transición justa, al tiempo que pide un mayor diálogo con los sindicatos y una mayor participación de los bancos multilaterales de desarrollo.

Cuatrocientos cincuenta bancos de desarrollo participaron en la Cumbre de Finanzas en Común, del 9 al 12 de noviembre, el primer evento de este tipo y una señal importante en medio de una débil respuesta multilateral a la COVID-19.

La vulnerabilidad a la pandemia, la crisis económica y el cambio climático son consecuencias de la austeridad y la desregulación fallidas, a las que se suma una inversión insuficiente en la economía real, la sanidad pública y los sistemas de protección social, mientras que el sector financiero privado sigue obsesionado con la obtención de beneficios a corto plazo. Los bancos públicos de desarrollo con mandatos sociales y que van más allá de los beneficios económicos pueden ayudar a encabezar una transformación hacia una economía de emisiones netas de cero carbono con trabajo decente para todos.

Con el fin de financiar una recuperación justa y sostenible, especialmente en los países en desarrollo, es necesario destinar más recursos a la inversión pública a largo plazo en actividades sostenibles que creen empleos decentes. La Cumbre virtual de Finanzas en Común reunió a todos los bancos públicos de desarrollo, tanto a nivel mundial como nacional, y culminó con una declaración conjunta y la formación de una coalición.

“La Cumbre Finanzas en Común representa un primer paso para conseguir que los bancos públicos de desarrollo encabecen una recuperación transformadora que apoye los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la acción climática de conformidad con los principios del Acuerdo de París. Acogemos con satisfacción el apoyo de la declaración de la Cumbre en favor de los ‘empleos decentes y sostenibles’ y la transición justa. Se ha asumido un notable compromiso de trabajar conjuntamente para armonizar las actividades de los bancos de desarrollo con los convenios y recomendaciones de la OIT, los Principios Rectores de las Naciones Unidas sobre Empresas y Derechos Humanos y las salvaguardias laborales vinculantes”, constató la secretaria general de la CSI, Sharan Burrow.

En una a nota informativa previa a la Cumbre, la CSI exhortó a la reforma y reposición de los bancos públicos de desarrollo. Aunque los bancos de desarrollo tienen un gran potencial, es posible que no cumplan plenamente su cometido sin una gobernanza y estructuras de diálogo comunes que incluyan representantes de los trabajadores, rendición de cuentas, normas ambientales y sociales vinculantes y procedimientos sólidos para medir el impacto del desarrollo sostenible, incluida la creación de empleos decentes.

El Banco Mundial y otros bancos de desarrollo han dado prioridad a los intereses de las finanzas privadas como solución a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y al Acuerdo de París, descuidando peligrosamente la necesidad de inversiones fundamentales en servicios públicos de calidad y en una economía real sostenible. Varios bancos multilaterales de desarrollo, incluido el Banco Mundial y los bancos regionales de Asia y las Américas, no firmaron la declaración completa, supuestamente por consideraciones relativas a los compromisos en materia de acción climática.

“A medida que los bancos públicos de desarrollo formen una coalición y una Cumbre en 2021, los sindicatos deberían ocupar un sitio formal en la mesa. El diálogo social es fundamental para reconstruir el multilateralismo y los ODS. Además de compartir las mejores prácticas sobre las normas internacionales del trabajo, instamos a los bancos de desarrollo a que incluyan la medición de la creación de empleo decente como parte del programa de trabajo de la coalición en consonancia con el ODS 8. Los sindicatos instan firmemente al Banco Mundial y a otros organismos multilaterales a fortalecer la participación en la coalición y a elevar sus ambiciones en lo que se refiere a la acción climática”, concluyó Sharan Burrow.